La Asociación Europea del Ritmo Cardíaco (EHRA, por sus siglas en inglés) está englobada en la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés). Creada en septiembre de 2003, hace ahora 20 años, está volcada en mejorar la calidad de vida de los pacientes con arritmias cardíacas y en evitar la muerte súbita cardíaca. Su actual presidente, el Dr. José Luis Merino, uno de los cardiólogos españoles con más experiencia en arritmias cardíacas, en la actualidad jefe de la Unidad de Arritmias y Electrofisiología Cardiaca Robotizada del Hospital Universitario La Paz de Madrid y ex presidente de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la Sociedad Española de Cardiología, acaba de alcanzar su primer año al frente de esta entidad científica con la que ha compartido una larga trayectoria. Como explica en esta entrevista concedida a `IM Médico´, comenzó a formar parte de la misma desde sus orígenes. De ahí que puede constatar que "la EHRA ha evolucionado de una forma espectacular, hasta tal punto que se la puede considerar como una de las Sociedades de ritmo cardíaco más importante a nivel planetario".

Tras ocupar diversos puestos dentro de esta Asociación europea, entre ellos el de secretario general, fue elegido en 2020 presidente electo y en 2022 ratificado en su cargo de presidente por espacio de dos años, hasta 2024.

Retos para la presidencia de la EHRA

La estrategia trazada por el Dr. Merino a lo largo de su mandato gira en torno a varios objetivos, plasmados en su nuevo plan estratégico. Para el presidente de la EHRA, "es fundamental transformar todo el programa de formación que hasta ahora estaba disperso y dirigido, en cierto modo, a un grupo muy elitista y reducido de profesionales. Ahora, aspiramos a expandirlo para que haya más profesionales que se beneficien del mismo, dado el crecimiento exponencial al que estamos asistiendo respecto a nuestra subespecialidad".

Desde la EHRA también se trabaja en colaboración con la Unión Europea para la puesta en marcha de varias iniciativas. "Estamos desarrollando, conjuntamente, un sistema de alertas ante fallos de dispositivos cardíacos de forma que si, por ejemplo, saliese defectuosa una partida de desfibriladores tanto desde la Agencia Europea como desde la Española del Medicamento y Productos Sanitarios, se enviaría una señal de alerta. Nuestra pretensión es recoger estas alertas y ofrecer una información de mayor calidad a nuestros miembros".

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