IM MÉDICO #62

32 HEMATOLOGÍA los síndromes mieloproliferativos crónicos, la trombocitemia esencial, la mielofibrosis, la policitemia vera, que son trastornos crónicos, y que, en los últimos años, hemos visto que hay alteraciones de la señalización celular que han dado lugar a fármacos específicos”. Remarca que se ha pasado de fármacos muy genéricos, que disminuían las plaquetas, a fármacos muy selectivos que actúan sobre una diana terapéutica y claramente están impactando en la evolución de la enfermedad. Por otra parte, estos estudios moleculares permiten también clasificar mejor las enfermedades. “Las conocemos mejor, las podemos clasificar mejor, y evaluar mejor su pronóstico. Estamos viendo que, a veces, una misma enfermedad que antes se denominaba de una determinada manera, ahora a lo mejor son dos o tres enfermedades distintas, y que tienen un pronóstico distinto”. En cuanto al arsenal terapéutico, el experto habla de tres grupos de fármacos: los fármacos de moléculas inhibidoras de proteínas de señalización celular o de oncogenes que están implicadas en la patogenia de la enfermedad; inmunoterapias como anticuerpos, inmunotoxinas, anticuerpos biespecíficos, que está habiendo una avalancha de este tipo de anticuerpos para mieloma, para linfoma, para leucemia aguda...; y una de las terapias estrella, que ha sido la revolución, “que son las denominadas terapias avanzadas, que son las terapias génicas celulares, como son los CAR-T. En estos momentos están posicionadas, fundamentalmente, en el linfoma y en el mieloma, pero que sin duda se está ya estudiando su aplicación en todo el mundo a otras enfermedades hematológicas, como leucemias agudas y también, obviamente, en los tumores sólidos”. Una especialidad compleja A la hora de valorar la especialidad de Hematología, el director del Grupo de Investigación de Inmunoterapia Celular y Terapia Génica del IIB-Sant Pau comenta que sufre de ser enormemente amplia. Pues, a diferencia de otras especialidades, que están muy acotadas y, por lo tanto, la gente las identifica muy bien, como la oncología, tiene tres grandes áreas: el área clínica, “dentro de la cual tenemos la parte oncológica y la parte no oncológica (por ejemplo, una anemia ferropénica también la vemos los hematólogos, y a veces la causa es muy sencilla y muy benigna y otras veces la causa es muy grave, es decir, a veces podemos diagnosticar un cáncer de estómago a raíz del estudio de una anemia ferropénica, o un cáncer de colon)”. Asimismo, tienen la parte de laboratorio hematológico de diagnóstico: estudios de la médula ósea, estudios moleculares, estudios de citometría de flujo, de secuenciación masiva, etc. Finalmente, el doctor destaca una tercera área, aquella enfocada a los trastornos de la coagulación, las hemofilias, las trombosis, etc. Todos los campos cada vez, lógicamente, son más complejos, “porque todas las técnicas y estudios genéticos se están también introduciendo en esta área de la hemostasia”. “Después también tenemos el banco de sangre, es decir, todo el soporte transfusional, de sangre, de plaquetas, de hemoderivados, de plasmaféresis para pacientes con trastornos que pueden ser gravísimos, como la púrpura trombocitopénica trombótica, cuyo tratamiento consiste en retirar el plasma, purificarlo, etc. Todo eso también lo hace el hematólogo”, indica. Al ser una especialidad tan amplia, el doctor Javier Briones cree que les difumina un poco. “La gente tiene dificultad para entender exactamente qué es la Hematología. Creo que cada vez lo vamos comunicando mejor, pero todavía tenemos este problema”. “Cuando alguien dice ‘tengo un cáncer’ de colon, de mama o de próstata, la palabra cáncer va delante. Sin embargo, nosotros hablamos de mieloma, y hay mucha gente que no sabe que el mieloma es un cáncer, y muy grave. Hay quien no sabe que al decir ‘linfoma’ le estamos hablando de un cáncer linfático. Entonces, todo esto también contribuye a que, a veces, no se conozca muy bien”. Pese a ello, resalta que “los hematólogos hemos sido y somos pioneros en muchos de los tratamientos que después se han exportado a otras especialidades. Hemos sido pioneros en el uso de anticuerpos monoclonales para el tratamiento del cáncer, que posteriormente se han exportado a la oncología sólida. Hemos sido y somos pioneros en el tratamiento con utilización de terapias génicas, de trasplante hematopoyético para enfermedades hematológicas, que después incluso se han aplicado a tumores sólidos, como trasplantes que se han hecho en cáncer de mama, en cáncer de riñón... y en terapias CAR-T, es decir, la Hematología es un campo que aúna la parte clínica y la parte de investigación y laboratorio, pero asistencial, y eso nos da una riqueza brutal que no tiene ninguna otra especialidad”. +

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=