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Encuentran un biomarcador clave de una enfermedad hepática grave en bebés

La deficiencia de alfa-1-antitripsina está considerada una enfermedad genética que afecta a una de cada 3.500 personas y tiene más de 100 variantes, incluidos los genotipos ZZ que aumentan el riesgo de enfermedades pulmonares y hepáticas tanto en niños como en adultos.

06/05/2024

Niños con deficiencia de alfa-1-antitripsina (DAAT) presentan una amplia gama de resultados de enfermedades hepáticas, desde hipertensión portal y trasplante hasta asintomáticas, sin fibrosis. Se trata, por tanto, de una afección que mientras pone en riesgo la vida de algunos bebés, en cambio puede ser muy leve en otros casos, aunque, ...

Niños con deficiencia de alfa-1-antitripsina (DAAT) presentan una amplia gama de resultados de enfermedades hepáticas, desde hipertensión portal y trasplante hasta asintomáticas, sin fibrosis. Se trata, por tanto, de una afección que mientras pone en riesgo la vida de algunos bebés, en cambio puede ser muy leve en otros casos, aunque, actualmente, parece ser que no existe ningún tratamiento para la DAAT, ya que, pese a haberse logrado avances significativos en el desarrollo de nuevas terapias en los últimos años, de momento, ninguna ha sido aprobada.

Al respecto, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Saint Louis de Missouri (EEUU) han logrado predecir qué tipo de pacientes pediátricos necesitan una intervención que les salve la vida. Los hallazgos, publicados, recientemente, en la revista ´Gastro Hep Advances´ sugieren que los niveles circulantes del polímero Z sirven como biomarcador para aquellos con DAAT que tienen probabilidades de desarrollar una enfermedad hepática grave. Los pacientes con DAAT tienen trazas de polímero Z detectables en suero con significado desconocido. 

Si bien muchos ensayos clínicos en adultos inscriben participantes, ninguno estudia a bebés o niño, por tanto, "los biomarcadores recientemente identificados en bebés estimularán y acelerarán futuros ensayos clínicos pediátricos asociados con bebés de alto riesgo", según los investigadores involucrados.

Un total de 17 centros de la Red de Investigación de Enfermedades Hepáticas Infantiles (ChiLDReN), un consorcio de los NIH americanos, recopilaron datos durante el período de estudio, centrándose en las enfermedades hepáticas pediátricas y con el objetivo de describir la historia natural y los modificadores genéticos y ambientales de un grupo de enfermedades hepáticas metabólicas colestásicas, incluida la DAAT. Los investigadores midieron los niveles de polímero sérico ZZ AAT a partir de muestras recolectadas prospectivamente de participantes en el Estudio observacional longitudinal de causas genéticas de colestasis intrahepática (LOGIC) y compararon sus resultados en la base de datos longitudinal.

Hipertensión portal clínicamente evidente

Los autores del estudio encontraron que 58 de 251 presentaban hipertensión portal clínicamente evidente (HPCE) en el momento de la inscripción y 10 desarrollaron HPCE durante el seguimiento. Los niveles más altos de polímero Z AAT se asociaron con HPCE existente. En los bebés sin esta sintomatología, los niveles más altos de polímero se relacionaron con una futura HPCE más adelante, pero la AAT total no fue predictiva. En los primeros meses de vida, la gamma-glutamil transpeptidasa (GGT), una enzima que se encuentra en todo el organismo, particularmente en el hígado, también se asoció significativamente con futuras HPCE.

Teckman y sus colegas construyeron un modelo que identificaba a los sujetos con alto riesgo de padecer hipertensión portal clínicamente evidente en el futuro combinando niveles clínicos de GGT y polímeros.

En definitiva, según destacaron los autores del estudio, los niveles elevados de polímero Z circulante y los niveles elevados de GGT en las primeras etapas de la vida se asocian con hipertensión portal clínicamente evidente futura en la DAAT. "Estos datos permitirán la identificación de un grupo de bebés con alto riesgo de sufrir una enfermedad grave poco después del diagnóstico", destacó el Dr. Jeffrey Teckman, profesor de pediatría, bioquímica y biología molecular de la Universidad de Saint Louis y principal autor de dicho trabajo.

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