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Advierten de la incidencia de cardiotoxicidad aguda con las terapias CAR-T 

Un estudio prospectivo describe alteraciones ecocardiográficas tempranas en pacientes adultos con cánceres hematológicos tratados con esta modalidad terapéutica.

02/05/2024

Científicos de diversos centros italianos han analizado el impacto de la terapia oncológica CAR-T sobre el corazón, hallando que ésta induce disfunciones cardíacas en casi el 60% de los pacientes, ya a los 7 días de la infusión y especialmente en las mujeres. En una pequeña proporción de los pacientes ...

Científicos de diversos centros italianos han analizado el impacto de la terapia oncológica CAR-T sobre el corazón, hallando que ésta induce disfunciones cardíacas en casi el 60% de los pacientes, ya a los 7 días de la infusión y especialmente en las mujeres. En una pequeña proporción de los pacientes la cardiotoxicidad se manifestó en forma de elevaciones séricas de la troponina de alta sensibilidad, del péptido NT-proBNP y de un biomarcador de fibrosis del miocardio, mientras que en el 37% se constató una significativa reducción en un importante índice de contractilidad miocárdica. Massimiliano Camilli, investigador de la Universidad Católica del Sagrado Corazón y director del estudio, afirma que hasta el 50% de los pacientes experimentaron alteraciones en alguno de los anteriores parámetros, en presencia o ausencia de disminuciones de la fracción de eyección ventricular izquierda.

El científico prosigue indicando que las variables de la función sistólica se correlacionaron significativamente con la concentración circulante de fibrinógeno y de la forma soluble del receptor de la interleucina-2, ambos considerados marcadores de inflamación. Camilli señala que la elevada incidencia de cardiotoxicidad ha sido detectada gracias a la aplicación de los criterios recientemente recomendados por la Sociedad Europea de Oncología, ya que, de haber examinado sólo la fracción de eyección ventricular izquierda, la proporción de casos se hubiera reducido a menos del 20%. Estas nuevas directrices toman en consideración índices subclínicos que reflejan alteraciones tempranas, lo que podría acelerar la toma de decisiones para mejorar los desenlaces cardiovasculares, concluye el investigador.

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