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Mayor reducción de la inflamación postoperativa con remimazolam

Un estudio demuestra la superioridad de este nuevo anestésico frente a la dexmedetomidina en la cirugía de reemplazamiento valvular. 

28/03/2024

Científicos de diversos centros japoneses han establecido que la anestesia con remimazolam reduce los niveles circulantes de proteína C reactiva (PCR) en los días posteriores a la cirugía de reemplazamiento de válvulas cardíacas por transcateterismo aórtico. La reducción al tercer día fue significativamente superior a la observada en pacientes anestesiados ...

Científicos de diversos centros japoneses han establecido que la anestesia con remimazolam reduce los niveles circulantes de proteína C reactiva (PCR) en los días posteriores a la cirugía de reemplazamiento de válvulas cardíacas por transcateterismo aórtico. La reducción al tercer día fue significativamente superior a la observada en pacientes anestesiados con dexmedetomidina, sin que se observaran diferencias entre ambos grupos en el contaje de leucocitos. En un ulterior análisis espectrométrico los investigadores hallaron que, a concentraciones clínicas, remimazolam es más eficaz que dexmedetomidina en la neutralización de especies reactivas del oxígeno, tales como el radical hidroxilo.

Shota Tsukimoto, científico de la Universidad Dental de Kanagawa y director del estudio, afirma que aunque los pacientes anestesiados con remimazolam recibieron mayor cantidad de remifentanilo, este último fármaco carece de impacto sobre la producción de PCR, como demuestran trabajos previos. El investigador prosigue indicando que remimazolam es un anestésico nuevo, que se une de manera selectiva y con elevada afinidad a los receptores de las benzodiazepinas, con un efecto de corta duración. Su uso clínico podría mejorar la calidad de la anestesia, ya que este fármaco no causa dolor durante la administración intravenosa, presenta una dinámica circulatoria estable y una vida media inferior a la de otras benzodiazepinas, posiblemente debido a que es hidrolizable por las esterasas tisulares, señala Tsukimoto. Los hallazgos del estudio serían consistentes con la conocida relación entre el estrés oxidativo y la inflamación, concluye el investigador.

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