Según un estudio, el 74% de los reumatólogos españoles considera que un mayor conocimiento del perfil inmunogénico de las diferentes terapias biológicas mejoraría la atención al paciente.
En la última década, las terapias biológicas han supuesto un avance en el tratamiento de las enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide, demostrando su capacidad para detener la progresión de la enfermedad, disminuir la invalidez laboral permanente y la pérdida de productividad, reducir costes y mejorar la calidad de vida ...
En la última década, las terapias biológicas han supuesto un avance en el tratamiento de las enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide, demostrando su capacidad para detener la progresión de la enfermedad, disminuir la invalidez laboral permanente y la pérdida de productividad, reducir costes y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, la inmunogenicidad, una respuesta del sistema inmune que consiste en la producción de anticuerpos frente al tratamiento biológico, puede llegar a comprometer la eficacia de la terapia en determinados pacientes. Por ello, debido al interés creciente por esta cuestión, la Sociedad Canaria de Reumatología ha organizado en Tenerife el taller “Inmunogenicidad: de la teoría a la práctica clínica”, que reunió a más de 30 profesionales del área de las enfermedades inflamatorias y contó con el patrocinio de Pfizer. En el taller participaron el doctor Antonio Naranjo Hernández, médico adjunto de Reumatología del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, la doctora Sagrario Bustabad Reyes, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Canarias en Tenerife, y el doctor Alejandro Balsa, jefe de Sección de Reumatología del Hospital la Paz de Madrid. Según el doctorNaranjo, la relevancia de este taller reside en la actualidad de la inmunogenicidad para los reumatólogos. “La presencia de anticuerpos antifármaco biológico se asocia a una menor eficacia del tratamiento y a un aumento del riesgo de reacciones de hipersensibilidad”. En esta misma línea, la doctora Bustabad aseguró que “la determinación de los anticuerpos antifármacos y niveles de fármaco podrían ser de gran ayuda en el control y seguimiento de los pacientes con patología inflamatoria”. Además, de acuerdo con los resultados de un estudio realizado por los Servicios de Inmunología Clínica y de Reumatología del Hospital Universitario de Canarias“se confirma la eficacia de la monitorización del tratamiento con biológicos para valorar la idoneidad de la terapia y este tipo de estudios nos permiten contar con información para que los tratamientos resulten más efectivos y eficientes”.
Sobre el impacto de la inmunogenicidad, una encuesta europea realizada por Adelphi Research, con la colaboración de Pfizer, dio a conocer cuál es la percepción de los reumatólogos tanto en el paciente como en los costes de tratamiento. La encuesta se realizó a 250 reumatólogos de toda Europa, 50 de ellos españoles. Los datos de la encuesta reflejaron que los especialistas estiman que una media del 15% de los pacientes con artritis reumatoide tratados con una terapia biológica muestra una falta de respuesta secundaria al tratamiento.El 74% de los encuestados españoles considera que un mayor conocimiento del perfil inmunogénico de las diferentes terapias biológicas, mejoraría la atención al paciente. Para el doctor Balsa, “el concepto de inmunogenicidad es muy importante y relativamente nuevo. Aunque se conoce hace bastantes años, hasta ahora no se había hablado de él porque las proteínas terapéuticas no estaban tan desarrolladas como lo están ahora”. A pesar de ello, la concienciación de los reumatólogos españoles sobre este aspecto es superior a la media europea (situada en un 70% de los encuestados), y es más elevada que la de sus colegas de Holanda o Alemania, donde sólo un 38% y un 54% de los reumatólogos, respectivamente, consideran que el conocimiento de la inmunogenicidad podría mejorar la atención al paciente.