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Avanza la técnica de reprogramación celular para tratar el daño cardíaco

Un estudio revela que la simple adición de vitamina C potencia la eficiencia de la diferenciación de fibroblastos en cardiomiocitos. 

07/02/2024

Un equipo internacional de investigadores ha descubierto que reducir la producción de especies reactivas del oxígeno mediante antioxidantes, tales como la vitamina C, aumenta la producción de cardiomiocitos a partir de fibroblastos. Hasta ahora, esta conocida técnica de reprogramación directa basada en la expresión forzada de factores de transcripción cardíacos ...

Un equipo internacional de investigadores ha descubierto que reducir la producción de especies reactivas del oxígeno mediante antioxidantes, tales como la vitamina C, aumenta la producción de cardiomiocitos a partir de fibroblastos. Hasta ahora, esta conocida técnica de reprogramación directa basada en la expresión forzada de factores de transcripción cardíacos en fibroblastos in vitro, había estado limitada por su baja eficiencia. Tras cribar múltiples compuestos los científicos ha determinado que la vitamina C exhibe propiedades únicas, en comparación con conocidos moduladores epigenéticos, tales como los inhibidores de las deacetilasas de las histonas y los agentes hipometilantes del ADN.

Joost Sluijter, investigador del Centro de Medicina Regenerativa de la Universidad de Utrecht y codirector del estudio, afirma que la vitamina C mostró una acción potente y específica, sin precipitar la diferenciación en ausencia del inductor apropiado. El científico prosigue indicando que en los fibroblastos tratados pudo constatarse la expresión diferencial de más de 600 genes, incluyendo tres de reconocida importancia en los cardiomiocitos, así como cambios en el grado de metilación y de acetilación de las histonas, o proteínas asociadas al ADN. Sluijter señala que los cardiomiocitos derivados directamente de fibroblastos ofrecen un enorme potencial en la prevención del daño cardíaco después del infarto de miocardio. En efecto, estudios previos ya habían demostrado que esta técnica reduce el tamaño del tejido de cicatrización, con la ventaja adicional de estar basada en células propias, que no pueden causar rechazo inmunológico. Los hallazgos, concluyen los autores, pavimentan la vía hacia un tratamiento regenerativo basado en terapia génica y fármacos de molécula pequeña.

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