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Descrito el posible desencadenante de la EII

El desencadenante de la EII se puede encontrar en la superficie de las células epiteliales intestinales proporciona un nuevo punto de partida potencial para el desarrollo de medidas terapéuticas.

11/01/2024

Dado que aún no se conoce la causa de las enfermedades inflamatorias intestinales crónicas (EII), como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, el tratamiento de quienes las padecen actualmente tiene como objetivo aliviar los síntomas, a menudo dolorosos, pero ahora el descubrimiento por parte de un equipo de ...

Dado que aún no se conoce la causa de las enfermedades inflamatorias intestinales crónicas (EII), como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, el tratamiento de quienes las padecen actualmente tiene como objetivo aliviar los síntomas, a menudo dolorosos, pero ahora el descubrimiento por parte de un equipo de investigación de MedUni de Viena de que el desencadenante de la EII se puede encontrar en la superficie de las células epiteliales intestinales proporciona un nuevo punto de partida potencial para el desarrollo de medidas terapéuticas.

Los resultados del estudio, publicados recientemente en la revista científica ´EMBO Reports´, demuestran por primera vez que ciertos cambios en el borde en cepillo del epitelio intestinal podrían estar asociados con el desarrollo de EII.

El borde en cepillo consta de densas protuberancias en forma de dedos (microvellosidades) en la superficie de las células epiteliales intestinales, las células de la capa más externa del intestino. Las microvellosidades están conectadas entre sí por un complejo proteico (complejo de adhesión intermicrovillar = IMAC), que es responsable de la estructura organizada del borde en cepillo.

Se sabe desde hace algún tiempo que una determinada proteína del IMAC (CDHR5) está presente en cantidades reducidas en personas con EII. Para investigar las conexiones hasta ahora desconocidas, el equipo de investigación creó un modelo de ratón para sus investigaciones en el que faltaba CDHR5. La microscopía electrónica reveló que las microvellosidades del borde en cepillo de estos ratones parecían acortadas y, como el pelo despeinado, completamente desorganizadas.

"Sin embargo, esto por sí solo no provocó la invasión de bacterias dañinas ni el desarrollo de una infección intestinal", informa la primera autora del estudio, Bernadette Mödl. La EII solo se desarrolló después de que la capa mucosa protectora sobre las células epiteliales intestinales se hiciera permeable durante el experimento.

"La proteína IMAC reducida o ausente y el déficit organizativo asociado en el borde en cepillo, en combinación con la permeabilidad de la capa mucosa, han demostrado ser posibles desencadenantes de enfermedades inflamatorias intestinales crónicas", resume los resultados el líder del estudio, Robert Eferl. Por tanto, las sustancias activas que estimulan la producción de proteínas IMAC en las células epiteliales intestinales podrían representar un posible punto de partida para el desarrollo de una terapia causal para la EII.

El hecho de que los alimentos poco saludables y ricos en grasas estén asociados con el desarrollo de EII también se puede explicar por los resultados del estudio actual, ya que se ha demostrado que esta dieta hace que la capa mucosa en el borde en cepillo de las células epiteliales intestinales sea más permeable. Esto podría ser particularmente crítico para las personas que tienen antecedentes familiares de baja producción de CDHR5.

La investigación se llevó a cabo en estrecha colaboración con colegas del Instituto Clínico de Patología y del Departamento de Cirugía Oral y Maxilofacial de MedUni Viena, así como con socios de la Universidad de Viena.

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