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Algunas bacterias intestinales protegen de las reacciones inmunitarias tras un trasplante de médula

El trasplante de células madre puede salvar la vida de pacientes que padecen cánceres como la leucemia. Sin embargo, las reacciones injerto contra huésped ocurren después de aproximadamente la mitad de estos procedimientos.

10/01/2024

Después del trasplante de médula, las células inmunitarias donadas a veces atacan el cuerpo de los pacientes, este hecho se conoce como enfermedad de injerto contra huésped o GvHD y ahora investigadores de la Universidad Técnica de Munich (TUM) y de la Universitätsklinikum Regensburg (UKR) en Alemania han demostrado que ...

Después del trasplante de médula, las células inmunitarias donadas a veces atacan el cuerpo de los pacientes, este hecho se conoce como enfermedad de injerto contra huésped o GvHD y ahora investigadores de la Universidad Técnica de Munich (TUM) y de la Universitätsklinikum Regensburg (UKR) en Alemania han demostrado que la GvHD es mucho menos común cuando ciertos microbios o bacterias están presentes en el intestino.

El trasplante de células madre puede salvar la vida de pacientes que padecen cánceres como la leucemia. Sin embargo, las reacciones injerto contra huésped ocurren después de aproximadamente la mitad de estos procedimientos. En cierto sentido, son lo contrario de la respuesta de rechazo que se observa después de la donación de órganos, en la que el cuerpo ataca al órgano donado. En este caso, las células donadas atacan el cuerpo del paciente, por ejemplo, en el tracto digestivo.

Se sabe desde hace algún tiempo que los microbios del intestino desempeñan un papel a la hora de determinar si se produce este rechazo. Ahora, un equipo que trabaja con el doctor Erik Thiele, del grupo de investigación en la Clínica y Policlínico de Medicina Interna III del Klinikum rechts der Isar de TUM Orberg, ha descrito en la revista ´Nature Cancer´ cómo debe estar compuesto el microbioma intestinal para brindar protección.

Los investigadores estudiaron muestras de heces de 78 pacientes en las dos clínicas universitarias y las rastrearon durante dos años después del trasplante de células madre. Utilizaron los resultados para desarrollar un índice de riesgo que indica la probabilidad de una reacción de rechazo.

"En lugar de contar las bacterias, medimos las cantidades de determinados metabolitos producidos por los microbios", afirma Erik Thiele Orberg.

Estos metabolitos microbianos inmunomoduladores (IMM) influyen en el sistema inmunológico y la capacidad regenerativa del cuerpo. "Es notable que un pronóstico positivo no dependa únicamente de las IMM de las bacterias", dice la médica de la UKR y coprimera autora del artículo, la doctora Elisabeth Meedt. "Demostramos que ciertos virus del intestino (los bacteriófagos) también desempeñan un papel. Esto por sí solo ofrece una visión impresionante del complejo mundo de nuestro microbioma intestinal", añade.

"Los pacientes con un índice de riesgo de IMM bajo tenían mayores posibilidades de supervivencia, mostraban menos reacciones injerto contra huésped y experimentaban menos recaídas", afirma Hendrik Poeck. Los metabolitos los forman principalmente bacterias de las familias ´Lachnospiraceae´ y ´Oscillospiraceae´ en combinación con los bacteriófagos.

En el siguiente paso, los investigadores de TUM y UKR quieren predecir y mejorar activamente las posibilidades de curación de los pacientes. "Controlando con precisión la composición de los trasplantes de microbiota fecal, el intestino podría colonizarse con consorcios específicos de bacterias y bacteriófagos", afirma Hendrik Poeck.

"En los próximos años queremos saber si podemos utilizar este método para prevenir reacciones injerto contra huésped, así como recaídas", apunta Poeck. Los experimentos iniciales con ratones han tenido éxito y, como resultado, el procedimiento ahora podría probarse en ensayos clínicos con pacientes humanos.

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