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El CIBERCV revela la importancia de la evaluación coronaria en receptores de trasplante cardíaco

Se han presentado nuevos hallazgos sobre la prevalencia, características y relevancia pronóstica de la enfermedad arterial coronaria transmitida por el donante (EACTD) en receptores de trasplante cardíaco.

09/01/2024

Varios equipos del CIBERCV han presentado nuevos hallazgos sobre la prevalencia, características y relevancia pronóstica de la enfermedad arterial coronaria transmitida por el donante (EACTD) en receptores de trasplante cardíaco, algo que podría transformar las prácticas actuales y mejorar los resultados para los pacientes en lista de espera de trasplante ...

Varios equipos del CIBERCV han presentado nuevos hallazgos sobre la prevalencia, características y relevancia pronóstica de la enfermedad arterial coronaria transmitida por el donante (EACTD) en receptores de trasplante cardíaco, algo que podría transformar las prácticas actuales y mejorar los resultados para los pacientes en lista de espera de trasplante cardíaco (TC).

"El estudio sugiere que el beneficio de realizar un trasplante, aun desconociendo la anatomía coronaria, incluso con donantes con perfil de riesgo, es probablemente superior al riesgo de complicaciones y muerte en lista de espera, en especial para pacientes en situación crítica", ha asegurado el primer firmante del trabajo, David Couto.

Los resultados de ´DONOR-CAD´, que se ha publicado en ´Journal of the American Collegue of Cardiology´, apoyan la necesidad de implementar la prevención de eventos cardiovasculares con control más exhaustivo de los factores de riesgo cardiovascular tras el trasplante cardiaco.

El estudio más amplio

´DONOR-CAD´ es el estudio más amplio realizado hasta la fecha sobre la prevalencia y el impacto de la enfermedad arterial coronaria transmitida por el donante en receptores de trasplante cardíaco. Se trata de un estudio observacional y multicéntrico realizado en 11 centros trasplantadores en España. Fue financiado por la Fundación Mutua Madrileña y colaboraron el Registro Español de Trasplante Cardíaco y la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).

"El estudio incluyó a todos los receptores adultos de TC entre enero de 2008 y diciembre de 2018 en quienes se realizó una coronariografía inicial en los primeros 3 meses post-TC con la finalidad de evaluar la presencia de EACTD", ha explicado Couto.

Se evaluaron 1.918 receptores, de los que finalmente se incluyeron 937. La enfermedad arterial coronaria transmitida por el donante se identificó en 172 receptores (18,3%). En este sentido, el investigador ha añadido que "no existieron diferencias estadísticamente significativas en la probabilidad de muerte por cualquier causa, independientemente de la presencia de esta enfermedad, sin embargo, los receptores con EACTD significativa tuvieron una mayor mortalidad por causa cardiovascular y una mayor probabilidad del evento muerte por causa cardiovascular y evento adverso cardiovascular mayor no fatal".

Por último, el estudio no mostró una asociación estadísticamente significativa entre la presencia de EACTD significativa y la mortalidad por cualquier causa; aunque, la EACTD significativa si fue un predictor independiente de muerte cardiovascular y del evento combinado muerte cardiovascular y evento adverso cardiovascular mayor no fatal.

El equipo investigador ha destacado que los resultados del ´DONOR-CAD´ son relevantes principalmente por dos motivos: en primer lugar, la sospecha o la confirmación de aterosclerosis coronaria continúa siendo uno de los principales motivos por los que se rechazan corazones ofertados, y esto es especialmente perjudicial para pacientes que se encuentran en situación crítica en lista de espera de trasplante, por su riesgo elevado de muerte a corto plazo (sin un trasplante). Los resultados del ´DONOR-CAD´ sugieren que realizar un TC aún sin posibilidad de evaluar la anatomía coronaria en este grupo de pacientes es una estrategia válida y con buenos resultados.

En segundo lugar, al identificar a los receptores de corazones con EACTD como pacientes de elevado riesgo cardiovascular, apoya la necesidad de implementar la prevención de eventos cardiovasculares con control más exhaustivo de los factores de riesgo cardiovascular tras el TC.

El estudio ha sido coordinado por David Couto, Eduardo Barge, Marisa Crespo y Javier Muñiz, del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (INIBIC). Además del equipo CIBERCV de A Coruña, este estudio se ha logrado con la colaboración de varios grupos del CIBERCV incluyendo el Hospital La Fe de Valencia, el Hospital 12 de Octubre de Madrid y los hospitales Clinic-IDIBAPS y Sant Pau en Barcelona, así como equipos de otros hospitales españoles.

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