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Una célula del cerebro podría ser clave para tratar el glioblastoma

Se ha descubierto que una célula muy poco estudiada podría ofrecer nuevos conocimientos sobre cómo el glioblastoma, un agresivo cáncer cerebral primario, es capaz de resistir a la inmunoterapia.

04/01/2024

Investigadores de la Universidad de Notre Dame (Estados Unidos) han descubierto que una célula muy poco estudiada podría ofrecer nuevos conocimientos sobre cómo el glioblastoma, un agresivo cáncer cerebral primario, es capaz de resistir a la inmunoterapia. El glioblastoma es uno de los tipos de cáncer más resistentes al tratamiento, y ...

Investigadores de la Universidad de Notre Dame (Estados Unidos) han descubierto que una célula muy poco estudiada podría ofrecer nuevos conocimientos sobre cómo el glioblastoma, un agresivo cáncer cerebral primario, es capaz de resistir a la inmunoterapia.

El glioblastoma es uno de los tipos de cáncer más resistentes al tratamiento, y las personas diagnosticadas sobreviven menos de dos años. "Hace una década, ni siquiera sabíamos que existían fibroblastos perivasculares en el cerebro, y no solo en el revestimiento del cráneo", explica Meenal Datta, profesor adjunto de ingeniería aeroespacial y mecánica en Notre Dame y autor principal del estudio, publicado en ´NPJ Genomic Medicine´.

"La especialidad de mi laboratorio es examinar los tumores desde un enfoque basado en la ingeniería y los sistemas y observar las novedosas características mecánicas en cánceres poco frecuentes que pueden haber sido poco estudiados o pasados por alto", ha expresado.

Utilizando la bioinformática estándar y enfoques más novedosos basados en inteligencia artificial (IA), el laboratorio TIME de Datta comenzó a analizar diferentes genes expresados en el microambiente tumoral relacionados con la matriz extracelular --o el andamiaje que crean las células para apoyar la futura adhesión, migración, proliferación y diferenciación celular-- y otros tipos celulares diversos.

Lo que encontraron fue un tipo celular sorprendente y bastante nuevo: los fibroblastos perivasculares. Estos fibroblastos suelen encontrarse en los vasos sanguíneos de un cerebro sano y depositan colágeno para mantener la integridad estructural y la funcionalidad de los vasos cerebrales.

"Fue un descubrimiento casual", ha afirmado Maksym Zarodniuk, estudiante de posgrado del laboratorio TIME y del programa de doctorado en bioingeniería, y primer autor del estudio. "Empezamos en una dirección completamente distinta y tropezamos con esta población de células utilizando una combinación de análisis de secuenciación de ARN tanto masivos como unicelulares de tumores de pacientes", ha añadido.

En sus datos, los investigadores pudieron identificar dos grupos de pacientes: los que tenían una mayor proporción de fibroblastos perivasculares y los que tenían una proporción significativamente menor. Descubrieron que los pacientes de cáncer cerebral con más fibroblastos perivasculares en sus tumores eran más propensos a responder mal a las inmunoterapias y a tener malos resultados de supervivencia.

Al analizar cómo era posible, los investigadores descubrieron que los fibroblastos perivasculares favorecen la creación de un microambiente tumoral inmunosupresor, lo que permite al cáncer evadir mejor el sistema inmunitario. Los fibroblastos también pueden ayudar al cáncer a resistir terapias --como la quimioterapia dirigida a las células en división-- al promover células cancerosas de tipo madre que rara vez se dividen, que se cree que son una fuente importante de recaída tumoral y metástasis.

"De cara al futuro, queremos hacer nuevos experimentos para confirmar lo que hemos encontrado en este trabajo y proporcionar una buena base para empezar a pensar en cómo mejorar la respuesta a la inmunoterapia", ha expresado Zarodniuk.

Dado que los fibroblastos perivasculares forman parte de la vasculatura de un cerebro sano, Datta cree que estas células se desprenden y se acercan o infiltran en el tumor de glioblastoma. Sin embargo, en lugar de contribuir a la función cerebral sana, estos fibroblastos se reprograman y ayudan al tumor.

"La mayoría de la gente piensa que el cerebro es muy blando, con células blandas y una matriz blanda. Pero al poner estos fibroblastos y fabricar estas proteínas tan fibrosas, nos da una perspectiva totalmente distinta de la estructura del cerebro y de cómo pueden aprovecharse de ella las células cancerosas originadas en el mismo órgano", afirma Datta.

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