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La suplementación dietaria con licopeno atenúa la aterosclerosis en un modelo animal

La reducción de las lesiones vasculares inducidas por las dietas ricas en grasas se asocia a cambios favorables en la microbiota intestinal, según un nuevo estudio.

19/12/2023

Un equipo investigador ha determinado que el negativo impacto de una dieta rica en grasas sobre la salud vascular puede ser reducido por la ingesta de licopeno, un carotenoide liposoluble hallado en las frutas de color rojo, tales como tomates, papayas, sandías y melocotones. En ratones susceptibles a desarrollar aterosclerosis, ...

Un equipo investigador ha determinado que el negativo impacto de una dieta rica en grasas sobre la salud vascular puede ser reducido por la ingesta de licopeno, un carotenoide liposoluble hallado en las frutas de color rojo, tales como tomates, papayas, sandías y melocotones. En ratones susceptibles a desarrollar aterosclerosis, la suplementación con 32 mg diarios de licopeno suprimió la progresión de la enfermedad en el seno aórtico, con una disminución de las áreas lesionadas del 84%. A excepción de los triglicéridos circulantes, los niveles de todos los demás marcadores relacionados con la dislipidemia e inflamación se vieron reducidos por la suplementación. En el examen del potencial mecanismo subyacente al beneficio, los científicos constataron mayor diversidad en la microbiota intestinal de los ratones tratados, en los que la disbiosis ocasionada por la dieta rica en grasas fue revertida.

Dan Feng, investigador de la Universidad Sun Yat-sen y codirector del estudio, afirma que el licopeno también restableció los niveles tisulares de dos proteínas esenciales en el mantenimiento de la barrera intestinal, con la consiguiente reducción de su permeabilidad. Este último efecto se vio reflejado en la disminución de los niveles circulantes de compuestos derivados de bacterias, tales como el lipopolisacárido y el D-lactato, entre otros. Feng prosigue indicando que la ya conocida relación entre la disbiosis intestinal y la aterosclerosis ha dado lugar al reconocimiento del eje corazón-intestino, cuya activación explicaría la patología ahora observada. Los actuales hallazgos serían consistentes con los de un estudio previo, en el que la ingesta de licopeno en pacientes con diabetes de tipo 2 de nuevo diagnóstico se asoció inversamente con la progresión de la aterosclerosis, concluye el científico.

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