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El virus SARS-CoV-2 podría permanecer en los pulmones hasta 18 meses después de la infección

Se ha podido comprobar que el SARS-CoV-2 se encuentra en los pulmones de ciertas personas hasta 18 meses después de la infección y también que su persistencia parece estar relacionada con un fallo de la inmunidad innata.

14/12/2023

Algunos virus persisten en el organismo de forma discreta e indetectable después de provocar una infección. Permanecen en lo que se conoce como "reservorios virales". Este es el caso del VIH, que permanece latente en determinadas células inmunitarias y puede reactivarse en cualquier momento. También podría ser el caso del ...

Algunos virus persisten en el organismo de forma discreta e indetectable después de provocar una infección. Permanecen en lo que se conoce como "reservorios virales". Este es el caso del VIH, que permanece latente en determinadas células inmunitarias y puede reactivarse en cualquier momento. También podría ser el caso del virus SARS-CoV-2 que causa la COVID-19. Se trata de una hipótesis ya planteada en 2021 por un equipo de científicos del Instituto Pasteur y que ahora ha sido confirmada en un modelo preclínico de un primate no humano.

Para averiguarlo, el equipo del Instituto Pasteur especializado en VIH, en colaboración con el IDMIT (Modelos de enfermedades infecciosas para terapias innovadoras) de la Comisión de Energías Alternativas y Energía Atómica (CEA), llevó a cabo un estudio sobre células pulmonares en un modelo animal. Los resultados muestran no solo que el SARS-CoV-2 se encuentra en los pulmones de ciertas personas hasta 18 meses después de la infección, sino también que su persistencia parece estar relacionada con un fallo de la inmunidad innata (la primera línea de defensa contra los patógenos).

"La respuesta celular de la inmunidad innata, que es la primera línea de defensa del cuerpo, hasta ahora ha sido poco estudiada en las infecciones por SARS-CoV-2", indicó Michaela Müller-Trutwin, directora del Unidad de VIH, Inflamación y Persistencia del Institut Pasteur. "Sin embargo, se sabe desde hace mucho tiempo que las células NK (asesinas naturales) desempeñan un papel importante en el control de las infecciones virales", agregó.

Principales hallazgos

Los resultados del estudio, publicado en ´Nature Immunology´, muestran que los macrófagos infectados con SARS-CoV-2, en algunos animales, se vuelven resistentes a la destrucción por las células NK, mientras que en otros, dichas células son capaces de adaptarse a la infección (conocidas como células NK adaptativas) y destruir las resistentes, en este caso caso macrófagos. Además, los autores de este trabajo pudieron comprobar que la cantidad de virus persistente en los pulmones era menor para la cepa Omicron que para la cepa original de SARS-CoV-2.

"Estos hallazgos representan un importante paso para comprender la naturaleza de los reservorios virales y los mecanismos que regulan la persistencia viral", indicó Michaela Müller-Trutwin.

En definitiva, según se desprende de dicha investigación, la inmunidad innata parece desempeñar un papel en el control de los virus persistentes del SARS-CoV-2. "Nos embarcaremos en un estudio de una cohorte infectada al principio de la pandemia con SARS-CoV-2 para descubrir si los reservorios virales y los mecanismos identificados están relacionados con casos de COVID persistente", concluyó dicha investigadora.

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