Médicos internistas inciden en la importancia de abordar la implementación de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito de la salud de manera ética y responsable, lo que implica el desarrollo de marcos regulatorios sólidos, la promoción de la transparencia en los procesos de toma de decisiones algorítmicas y el fomento de la educación sobre la ética de la IA entre los profesionales de la salud y el público en general. Resaltan la necesidad de equilibrar el progreso tecnológico con los principios éticos fundamentales para garantizar un uso adecuado y beneficioso de la IA en la atención médica, según se desprende de dos mesas redondas celebradas en el 44º Congreso Nacional de Medicina Interna de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), en el Palacio de Congresos de Valencia (Comunidad Valenciana), que está teniendo lugar en Valencia del 15 al 17 de noviembre.

La IA es la capacidad de las máquinas para imitar funciones cognitivas humanas, como el aprendizaje y la resolución de problemas. En el contexto de la IA, los algoritmos son procesos lógicos que permiten a las máquinas aprender de los datos y tomar decisiones. Cuando van más allá de generar respuestas (como es el caso del chatGPT) se habla de IA generativa.

"Las cuestiones éticas relacionadas con la IA empezaron a investigarse hace más de 20 años, cuando se conceptualizó la tecnología de los historiales médicos electrónicos y, a medida que nuevas formas de tecnologías generalizadas producen datos, surgen más inquietudes al respecto. El respeto a la autonomía, la beneficencia, la no maleficencia y la justicia, siguen siendo relevantes y deben priorizarse para garantizar que las personas estén protegidas ante posibles daños y que su aplicación se haga de manera responsable y respetuosa con los valores humanos fundamentales", explica la Dra. Belén Roig Espert, moderadora de la mesa redonda "La bioética de los algoritmos creados mediante inteligencia artificial", en referencia a la primera ponencia de la mesa, "Dónde estamos y a dónde vamos? Estado actual y relación entre la bioética y la IA".

La segunda ponencia "Todo es difícil, antes de ser fácil. Problemas éticos en el avance de la IA", aborda cómo implementar la IA en el ámbito de la salud, para no comprometer los principios éticos fundamentales. Los problemas éticos de la IA incluyen la discriminación algorítmica, la opacidad de los procesos de toma de decisiones, la ruptura de la privacidad de los datos, la responsabilidad y la seguridad de los sistemas de IA. "El mal uso de la IA en el ámbito sanitario puede implicar el acceso no autorizado a datos sensibles de los pacientes, la toma de decisiones incorrectas basadas en algoritmos defectuosos y la vulnerabilidad de los sistemas de información a ataques cibernéticos", expone la Dra. Roig.

Para minimizar este riesgo de mal uso de la IA, esta debe responder a los principios de la bioética, como la justicia, la autonomía y la no maleficencia y "es crucial implementar medidas de seguridad robustas, establecer regulaciones claras y transparentes, fomentar la educación sobre la ética de la IA y promover la supervisión y el control continuos de su implementación", afirma la Dra. Roig.

La tercera ponencia, "Todo no vale. Dilemas éticos de la IA", trata acerca de los principales dilemas éticos  de  la  IA,  que  son  la  falta  de  transparencia  en  los procesos de toma de decisiones, la responsabilidad de las decisiones algorítmicas y el equilibrio entre la autonomía de la IA y la supervisión humana. "Para abordarlos, es importante establecer regulaciones estrictas sobre el uso de la lA, promover la transparencia en los algoritmos y fomentar el desarrollo de sistemas de IA que permitan la supervisión y el control humano", indica la Dra. Roig.

En los entornos de atención médica, es preferible optar por el uso de enfoques de IA supervisados, ya que puede ofrecer un mayor grado de control y supervisión sobre los resultados y decisiones de IA. Además, se debe monitorear de cerca la implementación de algoritmos de IA, para la detección oportuna de problemas y la adopción de medidas correctivas inmediatas.

Dentro de los hospitales, es esencial la participación de los Comités de Bioética de los hospitales para garantizar la implementación ética y respetuosa de la IA, de acuerdo con los principios fundamentales de la bioética, así como formar a los profesionales de la salud, incluidos los internistas, en bioética de la IA, "para garantizar que comprendan y puedan abordar los desafíos éticos asociados con el uso de la IA en la Medicina Interna", dice la Dra. Roig.

IA, para la medicina personalizada de precisión

La mesa redonda sobre "Avances en medicina personalizada de precisión aprovechando la farmacogénomica" plantea el interés que tiene incorporar la IA en la toma de decisiones clínicas, ya que permite reunir una gran cantidad de datos genéticos, clínicos e individualizados del paciente. "La medicina de precisión va a incorporar a la práctica clínica el análisis de una cantidad masiva de datos genéticos", explica el Dr. Ismael Said Criado, coordinador del Grupo de Trabajo de Medicina Digital de SEMI.

Este campo se encuentra en fase de investigación, se ha trabajado más en el ámbito de la oncología, debe incluir a la Medicina Interna, donde todavía no es una realidad, y se ha pretendido llevar al congreso de SEMI el conocimiento práctico existente al respecto, de la mano del experto con mayor experiencia, a día de hoy, en la toma de decisiones clínicas a partir de la genómica, el profesor Ramón Cacabelos García, neurólogo, psiquiatra, director médico en EuroEspes y presidente de la Asociación Internacional de Medicina Genómica.

El profesor Cacabelos, de A Coruña, estudia de forma pormenorizada   los datos clínicos y genéticos del paciente, incorporando sus    datos     genéticos en la toma de decisiones clínicas. "Una vez que se dispone del mapa genético del paciente, es posible adecuar los tratamientos de forma personalizada, abordando de forma preventiva las patologías más prevalentes ", sintetiza el Dr. Said Criado.

La gestión de los datos del paciente de forma masiva (análisis de Big Data) y la posibilidad que ofrece la medicina genómica va a permitir hacer un análisis mucho más preciso (medicina de precisión) de cuál es la causa de la enfermedad del paciente. Asimismo, otro objetivo de esta medicina personalizada va a ser buscar biomarcadores en niveles presintomáticos.

"Podremos escudriñar los marcadores genéticos que tiene cada paciente y tratar de prevenir la enfermedad, sin tener que esperar a tratarla cuando aparezcan sus síntomas", destaca el Dr. Said Criado. Otro aspecto clave, en la toma de decisiones clínicas, va a ser la elección del mejor tratamiento o fármaco para cada paciente en función de sus características genéticas (farmaco genética) y de cómo metaboliza los fármacos (farmacoepigenómica).

"La IA, Big Data, y la medicina genómica es el futuro que nos espera, ya que los estudios de genética y epigenética parecen cada vez más factibles usando herramientas digitales de apoyo en la toma de decisiones clínicas. En medicina en general, en medicina interna, y en todas las demás especialidades, a partir de un gran compendio de datos podremos tomar una decisión clínica más útil, eficaz, precisa y con menor variabilidad", afirma el Dr. Said Criado, quien añade que "la ciberseguridad es clave. Al igual que antes se podía quemar una historia clínica en papel o se podía sustraer, existen riesgos asociados a estas nuevas tecnologías de IA. Pero habrá que buscar soluciones para evitarlos, seguir avanzando en este campo y no perder las ventajas que nos puede aportar".

Encuesta de inteligencia artificial

Otro tema de máxima actualidad que se presenta en el congreso son los resultados de una encuesta de SEMI sobre la utilidad de la IA en la práctica clínica, respondida por médicos internistas. Un total de 409 internistas respondieron esta encuesta y, en relación a la incorporación de la IA en el ámbito de la medicina, las opiniones de los internistas se mostraron bastante divididas. El 29% dijo que su incorporación tiene riesgos y beneficios a partes iguales; el 25% que presenta más beneficios que riesgos; el 20% que presenta considerables beneficios; el 13% optó por no pronunciarse (NS/NC); y ya porcentajes mucho menores de encuestados consideraron que la IA tiene considerables riesgos o más riesgos que beneficios.

No obstante, al ser preguntados por si los avances de la IA serían clave en su práctica clínica o asistencial en el futuro, los internistas sí lo tuvieron claro: el 65% admitió que los avances en IA sí serían clave en su práctica clínica futura; el 18% dijo que no; y solo el 16% no se pronunció (NS/NC).