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La evidencia científica demuestra que necesitamos especialistas en enfermedades infecciosas

Conferencia de la SEIMC sobre el Día Europeo de Concienciación sobre los Antibióticos 2023: Combatir la resistencia a los antimicrobianos es una de las principales prioridades sanitarias de la Unión Europea. El objetivo es una reducción del 20% de las resistencias antimicrobaianas para 2030. Se da a conocer que más de 20.000 personas fallecen en España anualmente tras ser diagnosticadas de infección por bacterias multirresistentes.

20/11/2023

En Colegio Oficial de Médicos de Madrid, este lunes, una jornada organizada por la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) analizó, en el marco del Día Europeo del Uso Prudente de los Antibióticos, la lucha contra las resistencias bacterianas desde diferentes perspectivas institucionales, profesionales y de los ...

En Colegio Oficial de Médicos de Madrid, este lunes, una jornada organizada por la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) analizó, en el marco del Día Europeo del Uso Prudente de los Antibióticos, la lucha contra las resistencias bacterianas desde diferentes perspectivas institucionales, profesionales y de los pacientes.

Federico García, presidente de la SEIMC, señaló, en su inauguración, que esta resistencia es la pandemia del momento y del futuro de las enfermedades infecciosas. "En este momento, España es el único país de la UE donde no está reconocida legalmente la especialidad de las enfermedades infecciosas. Uno de los mecanismos para luchar contra los antimicrobianos es la existencia de dicha especialidad", defendió. Javier Membrillo, su vicepresidente, se sumó a las palabras anteriores. "Los antibióticos son unos medicamentos distintos a todos los demás que usamos. Todos los médicos prescriben antibióticos, aunque no todos tenemos los mismos conocimientos", declaró. Añadió que estos antibióticos tienen efectos posteriores a su uso, en el paciente y en la comunidad, por lo que hay que evitar que avance la resistencia a los antimicrobianos. Asimismo, consideró que es fundamental el experto en enfermedades infecciosas. Insistió en que "la evidencia científica demuestra que necesitamos especialistas en enfermedades infecciosas".

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En una mesa redonda, se abordó el problema de la resistencia a los antimicrobianos y su uso en Europa. Rafael Cantón Moreno adelantó que se iba a ofrecer en un primer momento el punto de vista de Europa. Es necesario poner el contexto qué dice la UE. De hecho, "nos han puesto deberes", respecto a cuánto hay que reducir las resistencias. Dominique Monnet, en representación del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ofreció una ponencia sobre el problema de las resistencias y su uso en Europa. Recordó que, en 2020, el primer año de la pandemia de la Covid, hubo más de 800.000 infecciones con bacterias resistentes a los antibióticos en la UE, Islandia y Noruega y más de 35.000 muertes fueron directamente atribuibles a estas infecciones. Citó incluso casos en los que las resistencias a los antibióticos pusieron en peligro posibilidades de luchar contra el cáncer de pacientes. El objetivo actual es una reducción del 20% de las resistencias para 2030. Desde 2019, sólo se ha conseguido una reducción del 2,5%. "Así que es un progreso lento, pero yo diría que se está produciendo una recuperación y los esfuerzos serán mayores si queremos alcanzar el objetivo para 2030", puntualizó. Se está dando de manera diferente en los países de la UE. De hecho, en nuestro país ha habido un aumento. En 2030, la UE debería representar el 65% del consumo mundial. En el año 2022, era aproximadamente el 60%. Avisó de que "todos sabemos que tomar antibióticos conlleva el riesgo de desarrollar resistencia en las bacterias que tiene el paciente y puede provocar una infección resistente a los antibióticos".

José Ramón Paño-Pardo, del comité organizador de la jornada y en representación de la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ESCMID, por sus siglas en inglés), explicó los programas de administración de antimicrobianos en Europa. "Antes que nada, es importante que veamos que la resistencia a los antimicrobianos es un problema. Estas son prioridades políticas globales, porque supone una carga muy elevada para la población. Se estima que, en 2019, casi 1,3 millones de personas muy enfermas murieron a causa de infecciones causadas por la resistencia a los antimicrobianos", manifestó. Sostuvo que las infecciones causadas por microorganismos resistentes a los antibióticos sobrevaloran las muertes causadas por el cáncer y que se convertirá en la primera causa de muerte en el mundo. Por eso, combatir la resistencia a los antimicrobianos es una de las principales prioridades sanitarias de su organización. La interacción no es predecible. Hay muchas causas y los efectos no se pueden anticipar. Aseveró que "la solución a estos problemas es aprender y ajustar estrategias con el tiempo". Ejemplos de problemas gubernamentales, cambio climático y pandemias, y resistencia a los antimicrobianos, y la resistencia a las microondas, son causados por una infinidad de mecanismos moleculares que pueden interactuar entre ellos, potenciando su efecto y haciendo que las bacterias no sean aptas para ser tratadas con antimicrobianos que son medicamentos unidireccionales. Todos llevamos más bacterias que células en nuestro cuerpo. Las interacciones de estas bacterias entre nosotros, en los hospitales, en la comunidad, en la industria veterinaria, son asombrosas. Cuando todas ellas empiezan a interactuar, "el problema del conflicto se convierte en mucho más complejo". Es necesario utilizar un enfoque multifacético. Hay que aprender e invertir en investigación científica. "Monnet nos ha demostrado que necesitamos saber cómo estamos y dónde estamos para mejorar, y tenemos que implementar políticas de salud, debemos concientizar a la población y a los profesionales de la salud, y tenemos que educarlos. Sobre todo, debemos cooperar", justificó. A su juicio, "mejorar el uso de antimicrobianos es parte de la solución al problema".

Así, "optimizar el uso de microbios depende de tener una política antimicrobiana adecuada que se base en evidencia de investigaciones". Expuso que esto no es un problema. "El problema es ir a la práctica diaria, ir al día a día, es cuando estás frente a un paciente y cuando tienes que tomar decisiones y ejecutar decisiones en condiciones de la vida real, porque hay muchos obstáculos, muchas barreras que dificultan eso", admitió. Hizo hincapié en que se precisa una estrategia para mejorar los antimicrobianos, "porque ninguno de nuestros profesionales de la salud, como individuos, tendrá la capacidad para vencer este virus". La gestión microbiana como estrategia para mejorar el uso de antimicrobianos tiene dos componentes. En primer lugar, definir una política de antibióticos adecuada y, en segundo lugar, idear acciones que hagan realidad estas políticas de antibióticos. Apuntó que esto se hace mejorando la capacidad de los prescriptores mediante la educación, la formación, las herramientas y facilitando el acceso a los expertos para los casos más complicados. Igualmente, mejorando la oportunidad de prescribir bien, "haciendo que la elección correcta sea más fácil y no más difícil". Por último, hay que motivar a nuestros profesionales de la salud "para que hagan un esfuerzo adicional cuando podamos tomar la decisión correcta de la manera más fácil posible". Hay que pensar desde la perspectiva del sistema.

Barbara Mentre, ponente de la Unión Europea, se centró en el Plan Europeo de Lucha contra las Resistencias. Puso el foco en el Plan Nacional de Antibióticos (PRAN). Comentó que no todos los países los tienen desarrollados. Propuso que los Estados miembros revisen su plan de acción nacional. "Necesitamos garantizar su gobernanza efectiva y que tengamos indicadores y objetivos que puedan revisarse periódicamente. También debemos garantizar los recursos humanos y financieros y la recomendación del público en general", sopesó. El desarrollo consiste en la vigilancia y el seguimiento de la resistencia a los antimicrobianos y del consumo de antimicrobianos. Por lo tanto, se deben cerrar las brechas de vigilancia y monitoreo y garantizar la protección del lado humano. Los ingredientes que citó fueron la sensibilización, la educación y la formación. "Tenemos que garantizar que la coordinación entre los Estados miembros garantice que actuemos en cualquier entendimiento", pronunció. Se requiere de cooperación entre los Estados miembros.

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Durante este encuentro, el Dr. José Miguel Cisneros, uno de sus autores, presentó los resultados de un pionero estudio multicéntrico realizado por la SEIMC para medir el impacto en salud de las infecciones por bacterias multirresistentes, llevado a cabo en 130 hospitales del territorio nacional. Antes de ello, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) fue representada por Reyes Castillo, quien desglosó los principales resultados del PRAN, que se coordina desde la perspectiva One Health. En la estrategia de control se busca un uso óptimo. El objetivo es usas más los antibióticos de acceso, que no son de amplio espectro. Destacó que los PROA no se pueden llevar a cabo sin recursos humanos. Se sigue apostando desde la AEMPS por los embajadores PROA. "Necesitamos unos ojos que nos cuenten qué está pasando", afirmó. REDUCE es para reducir el consumo de antibióticos en animales.

Pedro Carrascal, director de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), aclaró cómo garantizar la seguridad. "Hay que identificar la vulnerabilidad y adelantarse, en el tema de las resistencias e infecciones", argumentó. La percepción de este tema por parte de los ciudadanos como problema es porque es un concepto más abstracto y complejo. Es algo que además, si no te toca en el día a día, se tiende a posponerlo. Lamentó que estos temas no ocupan tanta presencia en los medios de comunicación. Para él, el PRAN podría hacer que eso cambie. La falta de proximidad con un problema grande puede hacer que no haya tanta concienciación sobre usar antibióticos de una manera responsable. Se mostró convencido de que la participación activa de los pacientes puede ayudar a la sensibilización de las resistencias antimicrobianas.

El paciente quiere mejorar su calidad de vida. Yolanda Cuesta, gerente del Hospital Mutua de Terrassa, dejó claro que la Organización Mundial de Salud (OMS) ha declarado la resistencia de los antimicrobianos como uno de los diez principales retos. Planteó la medicina basada en valor. La resistencia antimicrobiana es una amenaza y os PROA requieren compromiso institucional. Los hospitales pueden ayudar a aminorar este problema.

Cisneros habló del estudio "SEIMC-BMR 2023", que concluye que en el año 2023 fallecerán 23.303 personas en los 30 días siguientes a ser diagnosticados por una infección por BMR, cifra que es 20 veces superior al de personas fallecidas en accidentes de tráfico en España en 2022, que fue de 1.145, según datos de la DGT. En este estudio, que surgió en 2017, han participado 130 hospitales. El diagnóstico de infección más frecuente fue el urinario. La estimación es que las infecciones por bacterias anti-resistentes serán de 159.174 a finales de año. Se han estimados los años perdidos de estas personas, y la cifra estimada es de 189.535 años de vida perdidos.

Los resultados de este estudio son muy semejantes a los resultados obtenidos en 2018 y 2019 lo que los hace muy consistentes. Gracias a los 260 investigadores pertenecientes a los 130 hospitales participantes distribuidos por todo el panorama nacional, que representan el 40% de las camas de hospitalización disponibles en el país, el estudio aporta conocimientos de gran valor epidemiológico, clínico y de gestión sanitaria sobre las infecciones por estas bacterias en nuestro país.

Con todo, el estudio estima que, en nuestro país, durante 2023, las infecciones por BMR tendrán un impacto en salud muy importante. Se producirán más de 150.000 infecciones, y más de 20.000 personas fallecerán en los 30 días que siguen al diagnóstico de la infección. El ponente esperó que estos datos "sirvan para concienciar más y mejor a los ciudadanos y a los profesionales; y para que las autoridades sanitarias españolas destinen la financiación suficiente a la lucha contra la BMR".

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