Un equipo científico internacional ha examinado los datos de cuatro cohortes prospectivas, con casi 12.000 personas mayores de 49 años, hallando que las que son sedentarias durante más de 12 horas presentan un riesgo de muerte por cualquier causa un 38% mayor. Sin embargo, esta asociación sólo se dio en ...
Un equipo científico internacional ha examinado los datos de cuatro cohortes prospectivas, con casi 12.000 personas mayores de 49 años, hallando que las que son sedentarias durante más de 12 horas presentan un riesgo de muerte por cualquier causa un 38% mayor. Sin embargo, esta asociación sólo se dio en los que practicaron menos de 22 minutos diarios de ejercicio físico de intensidad entre moderada y elevada (EFIME). Mayores niveles de EFIME se asociaron a una disminución del riesgo, independientemente del tiempo de sedentarismo, como se demostró en el subgrupo con EFIME diario de 10 minutos y sedentarismo inferior a 10.5 horas, en el que la reducción fue del 15%, en comparación con el grupo con el mismo nivel de sedentarismo y 0 minutos de EFIME.
Edvard Sagelv, investigador de la Universidad Ártica de Noruega y director del estudio, afirma que en todo el espectro de tiempos de sedentarismo el EFIME de 10 minutos ofreció una protección de entre el 28 y el 55%. El científico prosigue indicando que estudios previos ya habían puesto de manifiesto los beneficios del EFIME en la prevención de la mortalidad asociada al sedentarismo, riesgo que puede ser eliminado completamente con EFIME de entre 40 y 60 minutos diarios. Es por ello que la OMS recomienda 300 minutos semanales, asegura Sagelv. Notablemente, incluso la actividad física ligera y la cantidad total de la misma también reducen el riesgo, añade el investigador.
A diferencia de metanálisis previos, basados en los datos resultantes de la armonización de los participantes, el actual ha reanalizado los datos originales de cada uno de ellos, como si todos precedieran de un único estudio. Esta estrategia ofrece mayor flexibilidad en la detección de asociaciones y elimina las limitaciones inherentes a las categorizaciones arbitrarias, concluye Sagelv.