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Una alimentación de mala calidad influye significativamente en las enfermedades crónicas

Expertos consideran necesario aumentar la investigación rigurosa sobre iniciativas destinadas a proporcionar alimentos que actúen como medicamentos para enfermedades crónicas.

16/10/2023

La mala alimentación contribuye significativamente a enfermedades crónicas como las enfermedades cardíacas y la diabetes, además de representar un importante factor de inequidad en salud. Las dietas saludables hacen hincapié en las frutas y verduras frescas, los cereales integrales, las fuentes de proteínas como las legumbres, las carnes magras o ...

La mala alimentación contribuye significativamente a enfermedades crónicas como las enfermedades cardíacas y la diabetes, además de representar un importante factor de inequidad en salud. Las dietas saludables hacen hincapié en las frutas y verduras frescas, los cereales integrales, las fuentes de proteínas como las legumbres, las carnes magras o los lácteos bajos en grasa y las grasas de origen vegetal. Minimizar los alimentos altamente procesados, azucarados o salados elaborados con cereales refinados y grasas no saludables también es importante para una dieta saludable.

En este contexto, se está trabajando en un plan ambicioso para aumentar la investigación rigurosa sobre iniciativas destinadas a proporcionar alimentos que actúen como medicamentos para enfermedades crónicas, pilotado desde la Asociación Americana del Corazón (AHA) y un comité que incluye al decano de Weill Cornell Medicine y la Facultad de Agricultura y Ciencias de la Vida de la Universidad de Cornell (EEUU). "Se necesitan con urgencia dietas más saludables para ayudar a cambiar la marea creciente de enfermedades crónicas", subrayó el Dr. Robert A. Harrington, decano Stephen y Suzanne Weiss de Weill Cornell Medicine y rector de Asuntos Médicos de la Universidad de Cornell y ex presidente de la AHA.

Prevención de enfermedades crónicas

Los programas ´Food is Medicine´ (FIM) contribuyen a tratar o prevenir enfermedades crónicas ayudando a los pacientes a acceder a alimentos más saludables a través de una variedad de estrategias, que incluyen recetas de productos agrícolas, subsidios alimentarios y comidas preparadas.

Los datos preliminares muestran que los programas FIM son factibles de implementar para los sistemas de salud, mejoran los resultados de salud de los pacientes, reducen la utilización de la atención médica y son rentables, afirman los autores. Sin embargo, el aviso identifica lagunas en la investigación y propone un plan coordinado para atajarlas. Así, enfatiza la necesidad de una investigación con mentalidad de equidad que respete las culturas y las experiencias vividas de los individuos.

"Las intervenciones de Alimentos son Medicina tienen un enorme potencial, son medicamentos con el potencial de transformar la vida de millones de personas, reducir los costos de atención médica y promover la equidad en salud pero necesitamos datos sólidos para identificar e implementar enfoques exitosos", concluyó el Dr.Harrington.

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