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Primeros pasos de la estimulación eléctrica no invasiva en la lesión medular

Un estudio en animales demuestra la reactivación de los circuitos lumbares y la prevención de la atrofia muscular mediante este método.

19/10/2023

Científicos chinos han conseguido restaurar la inervación muscular de las patas traseras en ratas sometidas a transección espinal lumbar, gracias a la aplicación de una corriente eléctrica sobre el nervio de la cola durante 20 minutos diarios. La técnica puede ser aplicada sin necesidad de restringir el movimiento de los animales y tiene efecto específico sobre los miembros posteriores, según afirma Bi-Qin Lai, investigador de la Universidad Sun Yat-sen y co-director del estudio. El tratamiento alivió la atrofia muscular a través de diversos mecanismos, tales como el aumento de proteínas mitocondriales necesarias para la respiración celular y el incremento de células madre musculares, las cuales también mostraron mayores signos de activación.

Los investigadores constataron, además, un mayor número tanto de neuronas en el núcleo dorsal de la primera vértebra lumbar como de neuronas motoras que controlan el movimiento de las extremidades afectadas. A diferencia de los animales incluidos en los diversos grupos control, sólo los tratados activamente exhibieron menor número de astrocitos y microglía en varias regiones de la médula lumbar, lo que indicaría un menor grado de inflamación. Lai señala que la estimulación eléctrica también favoreció la plasticidad y actividad de los circuitos neurales lumbares, efecto manifestado por una mayor expresión del gen c-Fos. Actualmente, prosigue el científico, los tratamientos dirigidos a paliar los efectos de las lesione medulares están basadas en terapia celular o ingeniería de tejidos. Sin embargo, esos enfoques todavía no han conseguido recuperar la función motora. Los basados en estimulación eléctrica requieren el implante de electrodos, lo que no siempre es viable. La baja invasividad del método ahora presentado podría convertirlo en un marco de referencia teórico para el desarrollo de futuras terapias transcutáneas en las lesiones lumbosacrales, concluye Lai.