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Las aguas residuales revelan signos de resistencia a los antimicrobianos en personas mayores

Además de aumentar las tasas de mortalidad, la resistencia a los antimicrobianos puede alargar los tiempos de recuperación de las enfermedades, especialmente para pacientes inmunocomprometidos que constituyen una alta proporción de personas de edad avanzada.

04/10/2023

Se calcula que la resistencia a los antimicrobianos (RAM) puede llegar a provocar 300 millones de muertes en todo el mundo de aquí a 2060, siendo las personas mayores uno de los grupos poblacionales más vulnerables debido al uso frecuente e inadecuado de medicamentos. Precisamente, un nuevo estudio impulsado por la ...

Se calcula que la resistencia a los antimicrobianos (RAM) puede llegar a provocar 300 millones de muertes en todo el mundo de aquí a 2060, siendo las personas mayores uno de los grupos poblacionales más vulnerables debido al uso frecuente e inadecuado de medicamentos.

Precisamente, un nuevo estudio impulsado por la Universidad del Sur de Australia, ha descubierto signos preocupantes de resistencia a los antimicrobianos, al estudiar las aguas residuales de varias residencias de ancianos.

"Además de aumentar las tasas de mortalidad, la resistencia a los antimicrobianos puede alargar los tiempos de recuperación de las enfermedades, especialmente para las personas inmunocomprometidas que constituyen una alta proporción de personas en residencias de ancianos", destacó la microbióloga de la citada Universidad, profesora asociada Rietie Venter, que dirigió el estudio, e insistió en que "la resistencia a los antimicrobianos es una tendencia preocupante en los centros de atención a personas mayores".

Las tasas generales de resistencia a los antimicrobianos no han cambiado significativamente en los últimos años. En el estudio, publicado en ´Microbiology Spectrum´, se identificaron altos niveles de resistencia bacteriana a tres antibióticos comunes (ceftazidima, cefepima y ciprofloxacina). Asimismo, se detectaron niveles superiores a la media de resistencia a los antimicrobianos a la gentamicina, lo que, según los autores, supone un riesgo para la salud de los residentes. Tanto la ceftriaxona como las fluoroquinolonas suelen utilizarse ampliamente en entornos de atención a personas mayores, a pesar de que las directrices clínicas los recomiendan como fármacos de "último recurso"

Los hallazgos sugieren un problema mucho más amplio y son una clara advertencia a los centros de atención para personas mayores para que implementen políticas más estrictas en lo que respecta al uso de medicamentos. Asimismo, monitorear con precisión el uso indebido y excesivo de antibióticos en residencias para personas mayores es un desafío, de ahí la importancia de la vigilancia basada en aguas residuales, que se considera una novedad en este sector.

"Los resultados de este estudio resaltan la necesidad de una vigilancia continua de los centros de atención a personas mayores en lo que respecta al uso de medicamentos. Dado el envejecimiento de nuestra población, existe una necesidad crucial de monitorear periódicamente estas instalaciones y mitigar la amenaza de la resistencia a los antimicrobianos", concluyó la prof. Venter.

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