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"Sabemos que para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario algo hay que cambiar, pero no sabemos qué ni cómo"

La compañía BD aborda, en un encuentro virtual, los desafíos de un sistema sanitario mundial que debe encontrar el camino para ser eficaz y sostenible al mismo tiempo.

26/09/2023

Bajo el título ´El futuro de una Sanidad sostenible´, la compañía BD, líder en tecnología médica, ha organizado este martes, 26 de septiembre, un evento virtual enfocado en analizar la viabilidad del sistema sanitario. La resiliencia y la sostenibilidad de la atención sanitaria han centrado el foco de un debate en ...

Bajo el título ´El futuro de una Sanidad sostenible´, la compañía BD, líder en tecnología médica, ha organizado este martes, 26 de septiembre, un evento virtual enfocado en analizar la viabilidad del sistema sanitario.

La resiliencia y la sostenibilidad de la atención sanitaria han centrado el foco de un debate en el que se ha arrojado luz acerca de qué hacer o hacia dónde dirigirnos si queremos alcanzar un sistema sanitario eficaz, pero también rentable y sostenible.

Hamish Laing, profesor de `Innovación, compromiso y resultados mejorados (Enhanced Innovation, Engagement and Outcomes), en la Swansea University, ha sido el encargado de guiar el encuentro. El profesor Laing, quien es además director fundador de la Academia de Atención y Salud Basada en el Valor de la Universidad de Swansea y miembro de la Facultad de Liderazgo y Gestión Médica y de la Facultad de Informática Clínica en el Reino Unido, ha enfatizado cómo la humanidad y la "empatía", tanto de personal sanitario como de pacientes, son un aspecto fundamental.

La réplica se la ha dado Ana Nicholls, directora de Industry Operations, The Economist Intelligence Unit (EIU). Nicholls, analista experimentada especializada en el desarrollo económico global y experta en políticas industriales y comerciales gubernamentales, ha abordado cómo la pandemia del COVID-19 ha cambiado todas las perspectivas, aumentado el poder de negociación de España como país investigador y "elevando las expectativas". Sin embargo, también nos ha dejado endeudados.

La pandemia provocada por la COVID-19 hizo que la esperanza de vida cayera en Europa por primera vez desde la década de 1960. A ello se le suma que durante los meses más graves de la pandemia, todos los recursos presentes y futuros se destinaron a investigar sobre la atención a la COVID-19, provocando que ahora muchos países se estén encontrando con deudas económicas adquiridas en ese momento y que ahora no saben cómo afrontar: "En la pandemia, muchos recursos que estaban destinados a ONG se desviaron a la pandemia, y luego vino la guerra de Ucrania. Por todo ello, ahora los gobiernos se están enfrentando a plazos de pagos que no pueden sostener. Saben que el gasto en atención médica es una inversión para un país, como lo es la economía verde, pero es que siempre hay nuevas necesidades".

Una apuesta por la cooperación

Otro aspecto señalado es la importancia del "desconocimiento" y de cómo lo afrontamos. "Existe una reticencia por parte de los pacientes cuando se enfrentan a cosas desconocidas. Una de las dimensiones que podría ayudar a entender la innovación y mantener la sostenibilidad es llegar a una colaboración entre pacientes y sanitarios pero también entre todos los actores del proceso", han explicado.

"Invertir en salud no es solo hacerlo en los trabajadores y en los pacientes, sino que apostar por un mejor sistema sanitario también ofrece beneficios colaterales. Es una cuestión de cuánto inviertas en el sistema", matiza Nicholls.

Los especialistas han analizado aspectos relativos a cómo indicadores de población -hábitos, datos demográficos y comportamientos de la población en general- están relacionados con los sistemas de salud y sus necesidades. En este sentido han expuesto cómo no todos los sistemas sanitarios pueden actuar del mismo modo, ya que el componente cultural sigue siendo muy fuerte.

Un ejemplo es que, "aún nos cuesta mucho invertir en la medicina preventiva cuando lo mejor sería invertir más en este aspecto previo", explica el profesor Laing. Además añade que estas "soluciones" o medidas previas "no tienen por qué ser siempre las más caras; a veces la solución está en escuchar a los pacientes y ver su realidad".

Y es que pese a que los puntos de partida son distintos en cada población, en todos ellos se demuestra que el estado de la salud afecta de manera directa a la esperanza de vida saludable; un aspecto que indudablemente está vinculado al gasto en salud, tanto en lo relativo a la inversión del estado o de compañías privadas, como en lo que refiere al trato y puesta en valor de los recursos humanos de los sistemas sanitarios.

A todo ello se le suman macro factores como la política, las fuerzas de gobernanza, los factores ambientales y socioeconómicos, entre otros aspectos; los cuales impactan indirectamente en la solidez y fortaleza de los sistemas de salud.

"Las medidas que toma cada país difieren; hay estados que deciden subir los impuestos del tabaco o del azúcar, que son además elementos con impacto negativo sobre la salud. Pero después se dan cuenta de que afectan así a las sociedades más desfavorecidas", explica Nicholls. "Hay otros países donde el sistema de salud está muy racionalizado y puede crear desventajas, y al mismo tiempo crear beneficios. Otra opción es introducir pagos por paquetes de salud, una medida de la que se habla mucho en Estados Unidos, pero de la que todos sabemos que tampoco es la solución universal", continúa. "Un sistema en el que cada vez que hay un servicio hay una factura, sin agruparlas, pone el enfoque en los resultados. Es importante calibrar estos sistemas; en Alemania por ejemplo están experimentando sobre el diagnóstico. La gente tiene claro que algo hay que cambiar en el sistema sanitario para garantizar su sostenibilidad pero no saben ni qué cambiar ni cómo. No existe un país con la solución".

Los expertos han analizado los desafíos, actuales y futuros, que amenazan la resiliencia y la sostenibilidad de la atención sanitaria. La pérdida de talento es uno de ellos, un aspecto sobre el que los expertos proponen "una mayor colaboración entre países". "Deberíamos buscar países más colaborativos, que más que retener el talento, apostaran por la cooperación".

Otro desafío señalado por los expertos es "no perder el toque humano". "La empatía entre médico y paciente, cuando la hay, mejora considerablemente la relación". El envejecimiento de la población, la mortalidad asociada a, por ejemplo, las altas temperaturas en determinados meses del año o la pretensión de hallar el "valor" en la atención sanitaria son algunos otros desafíos.

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