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ASEICA alerta de la pérdida constante de personal médico-investigador

Sin investigación no hay avance. Los hospitales donde se combinan la asistencia con la investigación presentan mejores resultados en la implementación de tecnología puntera y tratamientos de frontera en el campo de la oncología. ASEICA avanza sus seis propuestas de mejora.

26/09/2023

La Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (ASEICA), que se fundó hace 40 años, presentó este martes su posicionamiento sobre el colectivo Médico-Investigador en nuestro país y denunció la falta de apoyo al personal médico-investigador. ASEICA alertó, en ese sentido, de la pérdida constante de profesionales de este colectivo, ...

La Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (ASEICA), que se fundó hace 40 años, presentó este martes su posicionamiento sobre el colectivo Médico-Investigador en nuestro país y denunció la falta de apoyo al personal médico-investigador. ASEICA alertó, en ese sentido, de la pérdida constante de profesionales de este colectivo, que investigan sobre cáncer en los hospitales españoles. Esto supondrá un perjuicio importante para los casi 300.000 nuevos casos de cáncer que se diagnostican en España al año.

Dio la bienvenida Eduardo Díaz-Rubio, presidente de la Real Academia Nacional de Medicina de España, donde se celebró la rueda de prensa. Destacó que el cáncer es una de las grandes lacras del momento actual y que es la primera causa de muerte. "En los próximos años, irá aumentando su incidencia, porque está muy ligado con el envejecimiento", sostuvo. "Este aumento de casos necesita una respuesta", afirmó. Se están consiguiendo avances, pero "hay mucho techo para la mejora". Recordó que "sin investigación no hay avance". Defendió que la investigación hay que hacerla lo más cercana al paciente. Lo positivo es que España es uno de los grandes países donde más se realizan ensayos clínicos. Gracias a eso, "vamos incorporando innovación al campo de la oncología". Dentro de los hospitales se necesitan médicos que estén motivados para hacer esa investigación. Ahora, tiene un factor de voluntariedad.

Marisol Soengas, presidenta de ASEICA y jefa de grupo de melanoma en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), junto con Rafael López, vicepresidente de ASEICA y jefe del Servicio de Oncología Médica del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, dieron a conocer los principales retos para este colectivo y avanzaron seis propuestas de mejora, que nacen de los oncólogos de los principales hospitales españoles.

Solicitaron la implementación de la figura profesional del Médico-Investigador en el Sistema Nacional de Salud (SNS), así como un mayor reconocimiento a este colectivo por parte de las instituciones. Soengas enfatizó las "llamadas de alerta que se están realizando desde distintos países, incluido España por los numerosos retos administrativos, profesionales y de financiación a los que se enfrenta este colectivo médico-investigador". "Hay que pasar más allá del voluntarismo", comentó. "Sabemos las cifras. Cómo ha aumentado el cáncer. Se espera que en 2040 sean 28 millones de diagnósticos de cáncer", subrayó. Sopesó que nos debería preocupar a todos porque uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres desarrollarán cáncer a lo largo de su vida. "Nos hemos marcado un reto, que es la supervivencia del 70% en 2030", señaló. Se consigue con "un apoyo decidido a la investigación".

Además, mostraron una radiografía del médico-investigador en España y los desafíos a los que se enfrentan los profesionales que pretenden compaginar la labor asistencial y la investigación científica en cáncer y otras áreas. ASEICA quiere una mejor I+D, con énfasis particular en el desarrollo profesional y en la formación. Su misión final son los pacientes, los afectados por cáncer. La reducción de los médicos-investigadores que combinan la asistencia con la investigación es un problema.

Los acompañaron en la rueda de prensa Luis Paz-Ares, presidente previo de ASEICA y jefe de servicio del Hospital 12 de Octubre; Ignacio Durán, coordinador del Programa de Oncología Genitourinaria del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, y Miguel Fernández de Sanmamed, especialista del Departamento de Oncología Médica en la Clínica Universidad de Navarra. Todos ellos coincidieron en lamentar que todavía no exista esta categoría de personal médico-investigador en el SNS que ampare a estos profesionales y reclamaron la necesidad de un reconocimiento de la investigación en la trayectoria profesional, además de "tiempo protegido" para investigar en beneficio de los pacientes oncológicos.

Paz-Ares expuso la base de la asociación ASEICA-MED. "Es una asociación de profesionales y tenemos que defender a nuestros investigadores, para que puedan hacer su trabajo de la mejor manera posible. De ahí surge ASEICA-MED. Éste es un proceso que ha dejado de ser algo que una persona pueda hacer por su cuenta", manifestó. Una problemática es que "el sistema está concebido para que el médico haga un trabajo esencialmente asistencial". Tiene poco calado en la producción, en la evaluación, la investigación. En algunos departamentos grandes, se consigue que algunas personas puedan tener cierta dedicación. Pero, parece que es como "una dádiva, no algo a lo que tengan derecho". Se pretende reconocer que este problema existe y ver cómo los investigadores clínicos pueden tener más sencilla su labor. Para todo ello, "hay que analizar la carrera profesional y darle un marco en el SNS para que se reconozca esta figura".

Fernández de Sanmamed apuntó que el grupo de médicos-investigadores es una minoría. Si bien, "tiene un gran potencial". Son un motor en el desarrollo de estrategias de vanguardia en prevención y pueden atraer financiación. Por eso, el proponer puntos de mejora.

Durán repasó los puntos de mejora. El cáncer es un problema de Salud pública de primera magnitud y frente a este problema la investigación es fundamental. El médico-investigador no tiene una trayectoria clara que defina la progresión en su carrera profesional. "Es una declaración de intenciones, pero no se ha plasmado en la vida real", expresó. Aseveró que se necesita que se defina una trayectoria clara. El otro reto es la falta de tiempo. Es un cambio cultural, para que se entienda que el tiempo de ejercicio se divide entre la asistencia y la investigación, que va en beneficio del paciente. Los médicos que hasta ahora se han dedicado a hacer investigación "se han visto penalizados", porque a la hora de evaluar méritos su producción científica no se valora de forma equitativa. El cuarto desafío es que esto no puede mejorar si no se empieza a construir desde las bases, la formación. Se echan de menos programas en investigación clínica y traslacional durante las diferentes etapas formativas. No asombró el punto de la falta de financiación ni la falta de apoyo y formación en innovación.

Glosó las seis propuestas de mejora. Uno de ellos es implementar la categoría del Médico-investigador en el SNS. Otros: reconocer la trayectoria profesional de investigación, aumentar la financiación para proyectos individuales y colaborativos, y disminuir la brecha salarial, regular la acreditación de Servicios o Departamentos Clínicos, desarrollar programas de formación científica en las facultades de Medicina y facilitar la actividad innovadora en oncología dentro del SNS.

López cerró el turno de intervenciones. Defendió que la figura del médico-investigador es clave. "Pedimos que se reconozca su figura. Ya tenemos una Ley de Ciencia que lo pone. Sólo falta desarrollarla", declaró. Es promocionar esta figura.

En EE. UU., un país de referencia, los médicos-investigadores son un 1%. Paz-Ares matizó que la gran parte de los clínicos colabora con investigación. Aquí se intenta promover una cultura científica dentro del hospital. Dependerá del hospital y del tipo del departamento. "Es difícil dar un número de cuántos médicos-investigadores hay en nuestro país, pero generan mucho valor", remarcó. Durán Martínez apostilló que la Comisión Europea se ha marcado el objetivo de que, para el año 2030, el 90% de los pacientes se trate en centros de excelencia, donde se debe combinar la excelencia clínica con la investigación. Éste es el momento de poner en valor la investigación.

Uno de los objetivos es mejorar el acceso a los productos innovadores. España es el segundo país del mundo, en números absolutos de ensayos clínicos y de pacientes en ensayos clínicos. La mayor parte de esos ensayos es promovida por la industria farmacéutica. En nuestro país hay más debilidad en los proyectos sin interés comercial. El 75% de los ensayos clínicos está financiado por la industria. ASEICA, en abril, lanzó un decálogo de propuestas para impulsar el desarrollo de la innovación tecnológica en el contexto de la investigación traslacional. Si se implementa y se reconoce esta figura del médico-investigador habrá un impacto positivo en la investigación y se generará más investigación independiente, al margen de la financiación privada. En no tener el reconocimiento puede acarrear que los médicos-investigadores pierdan interés. Por eso, hay que darles medios.

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Seis retos y desafíos

1.- No existe una trayectoria definida que establezca cómo avanzar en la carrera profesional del colectivo médico-investigador. El 70% de los profesionales lamentan la incertidumbre laboral como uno de los desafíos más importantes. No existe la categoría de especialista médico-investigador en el SNS.

2.- Falta de tiempo protegido para la investigación. El 80% considera que la carga asistencial impide dedicar tiempo a la investigación.

3.- Escasa o inconsistente valoración de la labor investigadora por parte de los organismos de valoración, por lo que muchos médicos desisten de la investigación al obtener más proyección con la labor puramente asistencial.

4.- Falta de programas de investigación clínica y traslacional, con carencias tanto en los programas de las universidades como en las residencias.

5.- Falta de financiación en España a la investigación, con tan solo un 1.42% del PIB y más del 75% de los proyectos por debajo del presupuesto de los 65.000 euros. Tampoco existen suficientes proyectos colaborativos entre centros hospitalarios y académicos.

6.- Falta de apoyo y formación en innovación y transferencia de resultados.

Seis soluciones y propuestas de mejora

1.- Establecer la categoría del Médico-investigador en el SNS, con las labores bien definidas entre la dedicación asistencial y el tiempo protegido para la investigación.

2.- Reconocer la trayectoria profesional de investigación para acabar con la desventaja profesional con respecto al personal únicamente asistencial, y garantizar la investigación como un factor para estabilización de plazas en el SNS. Reconocer los sexenios dedicados a la investigación y los programas formativos de excelencia tanto en España como en el extranjero para avanzar en la carrera profesional.

3.- Aumentar la financiación para proyectos individuales y colaborativos, y disminuir la brecha salarial con respecto al personal asistencial sin dedicación investigadora.

4.- Regular la acreditación de Servicios o Departamentos Clínicos como medio para que los respectivos servicios de salud reserven un número de plazas a los al colectivo médico-investigador en los hospitales.

5.- Desarrollar programas de formación científica en las facultades de Medicina, poniendo en valor la figura del médico-investigador en los perfiles de difícil tratamiento. Promover programas de formación dual tanto en las universidades como en las residencias.

6.- Facilitar la actividad innovadora en oncología dentro del SNS.

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