El objetivo del Encuentro: Vacunas y Salud Global, organizado este lunes por Fundación Gaspar Casal, fue abordar los retos que plantea la vacunación frente a diferentes enfermedades desde una perspectiva de Salud Global, abordando el estado de la cuestión, los importantes avances y aprendizajes de la pandemia de la Covid-19 y los desafíos que la desinformación y otros fenómenos como los movimientos antivacunas están planteando.

Ana Hernando, directora de RR.II. del Área de Vacunas de GSK España, señaló que la investigación de nuevas vacunas es un proceso "muy complejo, no exento de riesgos". Actualmente, contamos con unas 40 vacunas autorizadas a nivel mundial. "Es un arsenal muy modesto, si lo comparamos con los 20.000 medicamentos autorizados y los más de 300 patógenos que enumera la Organización Mundial de la Salud (OMS), contra los que no hemos sido capaces de desarrollar vacunas", indicó. Destacó que es una buena noticia que en el pipeline de las compañías farmacéuticas haya 100 vacunas en desarrollo.

Desde la perspectiva de la industria, "nos hacen falta más vacunas para la salud global, vacunas más eficaces y modificar las condiciones de los ensayos clínicos". Recordó que, para producir vacunas, se necesitan unas instalaciones "vacuno-dependientes". Producir, escalar la producción y transportarlas es un "proceso muy complejo". Nuestro país ha hecho un esfuerzo por reforzar nuestro calendario vacunal a lo largo de la vida, que es una "estrategia clave". En los próximos años, vaticinó, se verán muchos cambios, porque veremos nuevas vacuas, nuevas tecnologías y un registro nacional de vacunas. Incluso, veremos un cambio en "el paradigma de lo que entendemos conceptualmente como vacuna". El enorme impacto social, sanitario y económico de las vacunas justifica el esfuerzo de todos nosotros.

Juan E. del Llano Señarís, director general de la Fundación Gaspar Casal, comentó, como epidemiólogo de formación, que este mismo lunes arrancaba la campaña vacunal, con novedades como el virus respiratorio sincitial. "Las vacunas, para los salubristas, son baluarte de salud global", manifestó. El gran reto es lograr que las vacunas sean realmente efectivas, por lo que tienen que cubrir necesidades reales y tiene que haber capacidad administrativa de distribuirlas y almacenarlas. Igualmente, es necesario que socialmente sean aceptables. En jerga económica, las vacunas pueden ser tratadas como un bien público.

La ponencia inaugural la ofreció Sibilia Quilici, Executive Director Vaccines Europe, sobre el papel de la UE en el refuerzo de la inmunización. Hizo hincapié en el fuerte liderazgo en el ámbito de las vacunas. La intención de Europa es "apoyar a empresas dispuestas a invertir en investigación y desarrollo" en la región. Enfatizó la importancia de la vacunación a lo largo de la vida de niños, adolescentes, adultos y personas mayores, y también de la innovación que se está produciendo en este campo.

En el papel de la inmunización de la UE "hay mucho que decir". Su conclusión fue que "Europa tiene un potencial significativo y puede desempeñar un papel importante en el fortalecimiento de la inmunización en toda la región, pero también a nivel mundial". Sin embargo, "un potencial no es suficiente". "Es necesario impulsarlo con un liderazgo político fuerte, un liderazgo político fuerte y sostenido", aseveró. Sugirió que hay que apostar por el empleo de mano de obra cualificada. Además, el sistema de salud garantiza un acceso equitativo a las vacunas y a la prevención. Para lograrlo, "necesitamos una estrategia europea de inmunización sostenida". Remarcó que hay tantos programas nacionales de inmunización como países, que son muy complejos, y defendió que "no debemos trabajar en silos". Propuso una estrategia de integración europea para garantizar una gran cooperación entre los diferentes Estados miembros.

Compartió algunas cifras que teníamos antes de la pandemia. "Esto es súper importante porque la pandemia ha supuesto la creación de un desafío. Antes de ella, tres cuartas partes de las vacunas producidas por los fabricantes mundiales se encontraban en Europa. La industria de las vacunas tiene una de las mayores intensidades de I+D, con el 16% de los ingresos de las empresas reinvertidos en I+D", describió. No pudo cuantificar el número de vidas que salvan globalmente cada año las vacunas. Desafió a cualquiera a buscar en Google para encontrar este número. Eso sí, dejó claro que contribuyen a la salud y la prosperidad del mundo, protegiendo a las personas contra las enfermedades infecciosas en todas las etapas de la vida.

Por otro lado, apunto que la mitad de las solicitudes de patentes para las vacunas de la Covid -19 provinieron de empresas europeas. En enero de 2022, la UE había exportado el 40% de su producción de vacunas al exterior. Para garantizar que el resto del mundo tuviera acceso a esas vacunas contra la Covid-19. Asimismo, los 27 Estados miembros tuvieron acceso a las vacunas al mismo tiempo. "Esto nunca antes había sucedido con ninguna de las 20 vacunas que podemos tener en los programas nacionales de inmunización en Europa", avisó. Entonces, "todo es posible". Las primeras vacunas exitosas, seguras y eficaces que todavía utilizamos hoy no vinieron sólo de Europa. Hay tendencias que no podemos ignorar. Alertó de que tenemos una disminución del 35% en la proporción de ensayos clínicos globales de vacunas realizados en la UE desde 2000 y que la UE ha perdido un 25% de su participación en la I+D mundial de vacunas durante las últimas tres décadas Un tercio de los Estados miembros de la UE, alrededor del 30%, a menudo necesitan más de seis años para financiar y administrar nuevas vacunas. Repasó que se han visto grandes iniciativas procedentes de la UE en 2016 y 2017. Lanzaron lo que llamaron una acción conjunta sobre vacunación. Por lo tanto, con la intención de fortalecer la cooperación entre la UE, pero también entre los Estados miembros. En 2018, estuvieron sobre la mesa muchos temas como la vigilancia, las dudas y la adquisición de vacunas, la I+D, la inmunización y los mecanismos de registro. También se lanzó una hoja de ruta europea sobre vacunación.

Aseguró que "la vacunación necesita una inversión sostenida y a largo plazo". Es decir, se necesitan décadas para construir un ecosistema saludable que proteja a las personas e incentive la industria. Europa y sus Estados miembros "deben despertarse" para regular el atractivo de la industria de las vacunas para garantizar que se pueda aprovechar todo el potencial de la vacunación. Se refirió a desarrollar la resiliencia de los sistemas de atención médica de la sociedad y la economía. Con la vacunación, se previene la enfermedad. De hecho, se reduce el uso de antibióticos. Por ejemplo, existe la oportunidad de tener vacunas contra patógenos resistentes que se dirijan claramente a los patógenos que inducen la leucemia mieloide aguda.