Los beneficios para la salud de la actividad física no afectan sólo a la población de mayor edad, tal como demuestra un estudio de la Universidad de Jyväskylä, el instituto UKK y la red de centros finlandeses de medicina deportiva (Finlandia), que examinó qué sucede con la actividad física en ...
Los beneficios para la salud de la actividad física no afectan sólo a la población de mayor edad, tal como demuestra un estudio de la Universidad de Jyväskylä, el instituto UKK y la red de centros finlandeses de medicina deportiva (Finlandia), que examinó qué sucede con la actividad física en la transición a la edad adulta y cómo los cambios en la misma se asocian con factores de riesgo cardiometabólico.
"Comparamos a los jóvenes que mantuvieron la actividad física o cambiaron su actividad con aquellos participantes que tenían un nivel relativamente bajo de actividad física durante la adolescencia. Los resultados mostraron que los cambios en la actividad física se reflejan en factores de riesgo para la salud ya en la adolescencia", según la investigadora doctoral Tuula Aira, de la Facultad de Ciencias del Deporte y la Salud.
El estudio de cohorte incluyó datos de acelerómetros y exámenes clínicos con muestras de sangre de 250 adolescentes de 15 años (2013-2014) y 19 años (2017-2018). Al inicio, los participantes fueron reclutados en 156 clubes portuarios y 100 escuelas en seis grandes ciudades y comunidades circundantes de diferentes partes de Finlandia.
Beneficios de mayor actividad física
Los resultados, publicados en la revista ´Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports´ revelaron que los jóvenes de 15 años muy activos que aumentaron aún más su actividad física cuando eran adultos jóvenes se beneficiaron de una presión arterial más baja. "Curiosamente, la disminución de la actividad dio lugar a diferentes cambios en los factores de riesgo que dependían de la actividad física inicial y de la magnitud de la disminución de la actividad ", indicó la investigadora Aira.
Mientras, los adolescentes que redujeron su actividad de un nivel moderado a un nivel bajo encontraron aumentos en la concentración de insulina (que interviene en el control de la glucosa en sangre ) , así como en el índice de masa corporal . A su vez, se observó que aquellos que redujeron el movimiento de un nivel alto a un nivel promedio tuvieron un aumento de la glucosa en sangre en ayunas y una disminución del colesterol HDL.
En definitiva, al aumento de la actividad física le siguieron cambios favorables y a la disminución de la actividad, cambios desfavorables en los factores de riesgo, incluso a una edad tan temprana. "Los resultados de las muestras de sangre estuvieron, en promedio, dentro de los valores de referencia para todos los jóvenes , incluidos aquellos con baja actividad ", según la prof. Aira. "Así pues, los resultados de los análisis de sangre no son motivo de gran preocupación .
Este trabajo muestra claramente que la actividad física es importante para la salud ya en la adolescencia. Teniendo en cuenta los datos de investigaciones anteriores, se sabe que, a largo plazo, las enfermedades provocadas por estilos de vida inadecuados, como la diabetes tipo 2 , comienzan a surgir con mayor frecuencia entre las personas inactivas.