La uromodulina, también conocida como ´Tamm-Horsfall´, es la proteína más abundante que se encuentra en la orina. Producido por células epiteliales tubulares renales sanas en la rama ascendente gruesa y el túbulo contorneado distal temprano, se cree que protege contra el desarrollo de infecciones del tracto urinario y cálculos renales, desempeñando un papel destacado en la hipertensión sensible a la sal y modulando las vías de inmunidad innata.

Ahora, a través de un estudio publicado, recientemente, en el ´American Journal of Kidney Diseases (AJKD)´, constata su papel biomarcador prometedor de la salud de los túbulos renales. No en vano, los investigadores encontraron que los participantes con niveles más bajos de uromodulina al inicio tenían más probabilidades de desarrollar enfermedad renal en etapa terminal, incluso después de tener en cuenta las medidas renales iniciales.

Hasta la fecha, la mayoría de los estudios observacionales habían sugerido que los niveles séricos más altos de uromodulina se asocian con mejores resultados renales. Entre las personas con diabetes tipo 1, una concentración inicial más alta de esta proteína se asoció de forma independiente con menores probabilidades de sufrir enfermedad renal crónica (ERC), albuminuria y una rápida disminución de la tasa de filtración glomerular estimada (eGFR).

El estudio actual evaluó las asociaciones de los niveles séricos de uromodulina con el riesgo de enfermedad renal terminal y mortalidad en una cohorte de adultos afroamericanos con hipertensión y enfermedad renal crónica.

La investigación halló que los participantes con niveles más bajos de uromodulina al inicio tenían más probabilidades de desarrollar enfermedad renal en etapa terminal, incluso después de tener en cuenta las medidas renales iniciales. De manera similar, los participantes que experimentaron disminuciones anuales más pronunciadas en la uromodulina también tenían un mayor riesgo de insuficiencia renal. Ni el valor inicial ni el cambio anual en la uromodulina se asociaron con la mortalidad.

Los investigadores advirtieron que los niveles de uromodulina pueden verse afectados por los tratamientos convencionales, como el control intensivo de la presión arterial y la terapia con ciertos fármacos.