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La biopsia del tejido adiposo subcutáneo puede revolucionar el abordaje de precisión de la obesidad

Se trata de una enfermedad crónica y multifactorial, por lo que los expertos insisten en que no debe abordarse como una entidad única: "no debe hablarse de obesidad sino de obesidades".

18/09/2023

El abordaje de la obesidad ha experimentado un cambio vertiginoso en los últimos 5-10 años, destacando los avances alcanzados en la medicina personalizada y de precisión. En este ámbito, resultan de especial interés los progresos que se están consiguiendo en mejorar el fenotipado de la obesidad, mediante el estudio del ...

El abordaje de la obesidad ha experimentado un cambio vertiginoso en los últimos 5-10 años, destacando los avances alcanzados en la medicina personalizada y de precisión. En este ámbito, resultan de especial interés los progresos que se están consiguiendo en mejorar el fenotipado de la obesidad, mediante el estudio del tejido adiposo subcutáneo. La evaluación en este tejido de parámetros tales como el grado de inflamación, la presencia de fibrosis y el tamaño de los adipocitos puede proporcionar una ayuda inestimable tanto en la clasificación inicial de los pacientes con obesidad como en la valoración de su pronóstico y en la elección de la mejor opción de tratamiento.

"El fenotipado de los pacientes es una necesidad asistencial creciente en el manejo de pacientes con obesidad", asegura el Dr. Albert Lecube, vicepresidente de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) y que ha dirigido un curso de especialización en la Técnica de Biopsia de Tejido Adiposo Subcutáneo en el Centre de Recerca Experimental Biomédica Aplicada (CREBA) de Lleida. A su juicio, "buscar características individuales en el estudio del tejido adiposo, mediante la realización de una sencilla biopsia de tejido adiposo subcutáneo, abrirá una ventana hacia la personalización y la medicina de precisión en la obesidad, proporcionando una información esencial para el éxito del tratamiento".

Aumentar las tasas de éxito

Gran parte de las altas tasas de fracaso que se registran en el manejo de la obesidad se debe a que se abordan a todas las personas con obesidad con un concepto totalmente caduco, como si se tratase de una única enfermedad, con causas comunes en todos los pacientes. Sin embargo, como explica la investigadora y actual presidenta de la SEEDO, María de Mar Malagón, "existe una evidencia aplastante de que la obesidad es una enfermedad sumamente compleja y con orígenes muy diversos, desacreditanto el clásico cliché que las personas con obesidad llevan décadas escuchando: `ganas peso porque comes más y no te mueves". Pero, como indica esta experta, "hoy en día sabemos que la obesidad no es una elección del paciente que la sufre y que no todos los pacientes ganan peso por los mismos motivos; ya no hay que hablar de `obesidad´ si no de `obesidades´".

Sin embargo, el abordaje de los profesionales sanitarios frente a la obesidad no está evolucionando de forma paralela a la generación de nuevas evidencias sobre la enfermedad. Así, según expone el Dr. Lecube, que es también jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Arnau de Vilanova de Lleida, "no profundizamos en el estudio de los mecanismos etiopatogénicos que provocan la ganancia ponderal; además, el manejo sigue basándose en el cambio de hábitos (alimentación y actividad) y, aún sólo de manera ocasional, en el uso de fármacos antiobesidad".

En la obesidad el tejido enfermo es el tejido adiposo, al igual que en la psoriasis es la piel o en la cirrosis es el hígado. Pero, a diferencia de lo que sucede en esas otras enfermedades (donde es habitual proceder a la biopsia y estudio de la piel y el hígado), en la obesidad no es nada común el estudio del tejido adiposo para conocer qué nivel de alteración o disfunción presenta cada paciente. "Los especialistas que abordan la obesidad deben aprender a biopsiar el tejido adiposo siempre que sea necesario, y ser capaces de ofrecer al paciente la importante información para su salud que de esta exploración se deriva", afirma Javier Butragueño, vocal de la Junta de SEEDO.

Formación imprescindible

Ante esta situación, el empleo de recursos como la biopsia de tejido adiposo subcutáneo puede ofrecer importantes beneficios clínicos, por lo que la SEEDO ha desarrollado este curso para formar a todos los socios que lo precisen. "Si queremos avanzar hacia una medicina personalizada en el paciente con obesidad, debemos disponer de información sobre el estado del tejido adiposo de los pacientes, sobre su grado de inflamación, la presencia de fibrosis o incluso el tamaño de los adipocitos", indica el Dr. Lecube, quien considera "absolutamente necesario" el curso que ha organizado SEEDO.

Para esta formación se han empleado simuladores sintéticos de tejido adiposo para hacer las primeras prácticas, pasando posteriormente a replicar la técnica en el modelo porcino. Se han empleado muestras de pared abdominal de animales muertos (ex vivo) y, finalmente, un modelo animal vivo para conseguir la máxima similitud con el cuerpo humano (in vivo).

Con ello se trata de formar a profesionales procedentes de las Unidades de Obesidad acreditadas por la propia SEEDO y la Sociedad Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO) en una técnica rápida, sencilla y segura que les va a capacitar para realizar una biopsia del tejido adiposo en la propia consulta externa. De esa forma, aclara el Dr. Lecube, "estos profesionales adecuadamente formados deberían actuar como difusores de conocimientos en sus centros de salud y hospitales, propagando el conocimiento y el uso de las nuevas opciones de diagnóstico y seguimiento en la obesidad. Su misión es extender y difundir la excelencia en el manejo de la obesidad que los pacientes que viven con ella merecen".

La biopsia de tejido adiposo subcutáneo precisa de anestesia local para poder realizar una incisión en la pared abdominal de aproximadamente 1 centímetro de longitud. Una vez realizada, se profundiza unos milímetros hasta llegar a la fascia que separa la dermis del tejido adiposo, donde tras traspasarla se obtendrá una muestra de unos 5 gramos sobre la que se realizará el estudio anatomopatológico.

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