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Pacientes de leucemia mieloide aguda que tomaron vitamina C/D tuvieron menos complicaciones

Pacientes de leucemia mieloide aguda que tomaron vitamina C/D tuvieron menos complicaciones, pero sin más supervivencia.

11/09/2023

Los pacientes con leucemia mieloide aguda (LMA) que tomaron suplementos de vitamina C y D mientras recibían quimioterapia intensiva presentaron tasas más bajas de complicaciones, como infecciones, hemorragias e inflamación, en comparación con pacientes similares tratados previamente que no recibieron estos suplementos. Además, aunque el nuevo estudio, publicado en la revista ...

Los pacientes con leucemia mieloide aguda (LMA) que tomaron suplementos de vitamina C y D mientras recibían quimioterapia intensiva presentaron tasas más bajas de complicaciones, como infecciones, hemorragias e inflamación, en comparación con pacientes similares tratados previamente que no recibieron estos suplementos.

Además, aunque el nuevo estudio, publicado en la revista ´Blood Advances´, no mostró diferencias en la supervivencia entre los dos grupos, un análisis de subgrupos mostró que entre los pacientes con una mutación genética conocida como NPM1 --que se encuentra en aproximadamente uno de cada tres pacientes con LMA-- el riesgo de muerte era casi un 50% menor entre los que tomaban los suplementos.

"Hasta donde sabemos, éste es el primer estudio que examina los posibles efectos de la administración de suplementos de vitamina C y D durante la quimioterapia intensiva de la LMA --afirma el doctor Christian Récher, del Instituto Universitario del Cáncer de Toulouse (Francia) y autor principal del estudio--. Hemos demostrado que la suplementación es factible y segura y puede ayudar a reducir algunos acontecimientos adversos significativos asociados a la quimioterapia intensiva, lo que supone un claro beneficio para los pacientes".

El equipo empezó a tratar con suplementos de vitamina C y D a todos los pacientes adultos con LMA sometidos a quimioterapia intensiva, basándose en los resultados de varios estudios anteriores. Uno de estos estudios sugería que unos niveles más altos de vitamina D antes de un trasplante de células madre de un donante reducían el riesgo de recaída tras el trasplante en pacientes con LMA, mientras que dos estudios de laboratorio indicaban que la suplementación con vitamina C podía suprimir el desarrollo de células leucémicas.

En este estudio, los investigadores compararon los resultados de 431 pacientes con LMA que recibieron quimioterapia intensiva en el Instituto Universitario del Cáncer de Toulouse durante un período de cinco años; 169 pacientes, tratados entre 2018 y 2020, recibieron suplementos de vitamina C y D, mientras que 262, tratados entre 2015 y 2018 (el grupo de control), no lo hicieron.

La mediana de edad de los pacientes en el grupo de suplementación fue de 65 años y el 52% eran mujeres, mientras que, en el grupo de control, la mediana de edad fue de 60 años y el 53% eran hombres. En el momento del diagnóstico de LMA, la mayoría de los pacientes de ambos grupos tenían niveles bajos de vitaminas C y D.

Aproximadamente una cuarta parte de los pacientes del grupo de suplementación y una tercera parte de los del grupo de control recibieron trasplantes de células madre de donantes. La mediana del periodo de seguimiento fue de 28,7 meses en el grupo de suplementación y de 58,2 meses en el grupo de control.

En el grupo de suplementación, los niveles de vitamina D aumentaron significativamente de 18 ng/mL en el momento del diagnóstico a 39 ng/mL al recuperarse de la quimioterapia intensiva. El intervalo normal de vitamina D oscila entre 20 y 50 ng/mL No se observó ningún aumento significativo en los niveles de vitamina C, probablemente debido a un régimen conservador (6 gramos por semana).

Durante la quimioterapia intensiva, los pacientes que recibieron los suplementos experimentaron tasas más bajas de infecciones bacterianas de moderadas a graves (27,2% frente a 35,1% en el control), hemorragias (1,8% frente a 5,7% en el control) e inflamación potencialmente mortal del sistema inmunitario (1,8% frente a 8,8% en el control).

La mediana de supervivencia global fue de 34,5 meses, la mediana de supervivencia sin recaída fue de 20,6 meses y la incidencia acumulada de recaída fue del 46,4%. No se observaron diferencias significativas entre los dos grupos cuando los investigadores analizaron los resultados de todos los pacientes tratados en conjunto.

Sin embargo, en un análisis de subgrupos se observó que los pacientes del grupo de suplementación con una mutación NPM1 --la mutación más frecuente en el 30-35% de los pacientes con LMA-- presentaban un 48% menos de riesgo de muerte que los pacientes sin la mutación. Se necesitan más estudios para identificar el mecanismo responsable de esta diferencia de supervivencia, señala Récher.

Los investigadores se mostraron especialmente sorprendidos por la mejora de la supervivencia en los pacientes con una mutación NPM1 que recibieron los suplementos, pero advirtieron que esta asociación requiere confirmación en un estudio aleatorizado de mayor tamaño.

El estudio tiene varias limitaciones, pesar de lo cual Récher asegura que sus resultados "son alentadores y apoyan los ensayos clínicos prospectivos de la administración de vitamina C y D en pacientes con LMA".

En cualquier caso, los autores advierten de que "los pacientes deben revisar con sus equipos asistenciales la medicación que toman, incluidos los medicamentos de venta libre y los suplementos vitamínicos y dietéticos, y preguntar antes de empezar a tomar suplementos específicos".

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