En su agitada actividad veraniega, la Organización Mundial de la Salud amplia su listado de medicamentos esenciales para favorecer un acceso más global y equitativo a las terapias para oncología y, de forma muy especial, empezando por las edades pediátricas.

Como explicó el director general de la OMS, doctor Tedros Adhanom, cada año 350.000 niños reciben un diagnóstico de cáncer en países de rentas medias y bajas, con la gravedad que supone que muchos de ellos no tienen acceso a tratamientos adecuados para tratar su enfermedad. Sólo el 25% de estos países incluyen fármacos antineoplásicos en sus respectivos programas de salud. Realidad que empuja a muchas familias al riesgo que suponen los medicamentos oncológicos falsificados. Lo que produce, según el director general del organismo supranacional, que la supervivencia se reduzca en un 30% para los pacientes pediátricos de estos países en comparación con los niños de las economías desarrolladas.

En el mes de septiembre de 2018, la OMS puso en marcha una iniciativa global para atajar el cáncer infantil, mediante la provisión de 15 millones de dólares por parte del hospital infantil St Jude Children´s Research de Estados Unidos. Al tomar como objetivo elevar dicha supervivencia al menos en un 60%, tomando como límite temporal el año 2030. Para lo que se eligieron seis tipos de cáncer destacados por su mayor potencial de curación y que sumados suponen la mitad de todos los cánceres pediátricos.

El doctor Adhanom destacó la solidez de la alianza establecida entre el organismo que dirige y el hospital y que ha permitido abrir la iniciativa a 70 países del mundo. De modo que más de 20 de ellos han hecho cambios normativos para incorporar estrategias contra el cáncer infantil y a las coberturas de salud.

Desde esta alianza, el pasado diciembre de 2021 la OMS y el hospital presentaron la plataforma global de acceso a medicamentos para el cáncer en la edad pediátrica, con el objetivo de lograr un acceso universal a esas terapias para los niños afectados con carácter gratuito para sus familias. Empeño para el que el hospital St Jude ha comprometido una financiación de 200 millones de dólares a lo largo de seis años. Con el resultado de que son ya seis países que ya están en situación de proceder a las órdenes de compra dentro del próximo semestre. De forma que sea posible haber tratado hasta el año 2027 a 120.000 niños.

Tedros destacó la capacidad para salvar vidas de niños de los tratamientos oncológicos y que los hace merecedores de la condición de medicamentos esenciales para la infancia a ojos de la OMS y que por ello fueron incluidos en el listado oficial de la institución en la misma fecha de esta presentación. Relación que también incluye fármacos para la esclerosis múltiple, las enfermedades infecciosas y las condiciones severas del área cardiovascular, entre otras terapias. De forma que, en la actualidad, el listado de fármacos suma ya 502 y 361 terapias esenciales para niños. Así que, desde hace 40 años, esta compilación recibe el respaldo de múltiples naciones de todo el mundo como confirmación del alto impacto en la salud de dichos medicamentos imprescindibles.

Dr Tedros Adhanom

No negó el director general que el elevado coste de tales tratamientos ponga en riesgo los presupuestos para sanidad de los países de rentas medias y bajas. Fundamentalmente porque el alza de los precios y las disrupciones en la cadena de suministro se traduce en dificultades crecientes de acceso y riesgos para la calidad de las terapias. Fenómenos a los que la OMS opone sus recursos a favor de una mayor equidad en la disponibilidad de estos tratamientos esenciales.

El director general dio la bienvenida y agradeció su liderazgo al presidente y director ejecutivo del St Jude Children´s Research Hospital, el doctor Jim Downing. Quien también celebró esta inciativa global a la vez que reconoció que la oncología pediátrica ha mejorado notablemente en los últimos años en los países en desarrollo. Sin embargo, señaló que, mientras en los países desarrollados el 90% de los tumores infantiles más comunes son tratables, el resto de países va por detrás. Con el problema de que el diagnóstico se produce de forma muy diversa según cada punto del planeta, con su correspondiente impacto en la supervivencia.

En línea con lo avanzado por el doctor Tedros, Downing destacó la buena marcha de la iniciativa global y el aumento de la eficacia de los tratamientos del 30 al 60% hacia el año 2030, según se refuerza el sistema asistencial de los países participantes y se mejoran y armonizan los estándares de tratamiento.

A pesar de esa línea de avance, reconoció que es preciso aún rebasar barreras como las dificultades de acceso a los tratamientos en determinados países, y que muchas veces son causa de discontinuidades en las terapias, mientras que en otros lugares la calidad de los fármacos empleados resulta deficiente.

Además de esas dificultades de acceso, Downing acusó a los problemas diagnósticos por la mala evolución de muchos tumores infantiles en países de rentas bajas. A lo que opuso su necesaria implementación y la monitorización de los tratamientos, además de apelar a los proveedores de salud y responsables de la producción de genéricos de uso oncológico.

En su llamamiento general a respaldar la iniciativa que impulsa su hospital con apoyo de la OMS, incluyó a todos los steakeholders de una sanidad mundial que espera una respuesta global y a la que su propia institución destina 200 millones de dólares en los próximos cinco años.