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Una combinación de probióticos detiene las bacterias que causan el síndrome de shock tóxico

Cepas de dos bacterias, 'Lactobacillus acidophilus' y 'Lacticaseibacillus rhamnosus', inhibieron con éxito la producción de los superantígenos que causan el síndrome de shock tóxico, en experimentos de laboratorio.

24/07/2023

Un estudio publicado en la revista ´Microbiology Spectrum´ de la Sociedad Americana de Microbiología informa que cepas de dos bacterias, ´Lactobacillus acidophilus´ y ´Lacticaseibacillus rhamnosus´, inhibieron con éxito la producción de los superantígenos que causan el síndrome de shock tóxico (SST) , en experimentos de laboratorio. ´L. acidophilus´, además, inhibió ...

Un estudio publicado en la revista ´Microbiology Spectrum´ de la Sociedad Americana de Microbiología informa que cepas de dos bacterias, ´Lactobacillus acidophilus´ y ´Lacticaseibacillus rhamnosus´, inhibieron con éxito la producción de los superantígenos que causan el síndrome de shock tóxico (SST) , en experimentos de laboratorio. ´L. acidophilus´, además, inhibió el crecimiento de las cepas de ´S. aureus´ que producen las proteínas problemáticas.

El ´Staphylococcus aureus´, un microbio patógeno muy extendido, puede colonizar la piel y las mucosas de todo el cuerpo, en particular la vagina y el tracto gastrointestinal. Una cepa virulenta de la bacteria produce proteínas que desencadenan el SST, una enfermedad caracterizada por la rápida aparición de fiebre, una erupción cutánea reveladora y, sin tratamiento, fallo multiorgánico. En la vagina, el SST se asocia a una reacción potencialmente mortal del sistema inmunitario.

Según el estudio, una combinación de dos bacterias podría impedir el crecimiento e inhibir la respuesta inmunitaria. "Es una especie de doble arma contra el ´S. aureus´", ha afirmado el microbiólogo de la Facultad de Medicina Carver de la Universidad de Iowa, en Iowa City, Patrick Schlievert. "Si se produce alguna toxina, los probióticos siguen previniendo la inflamación", ha añadido.

Según la investigación, la adición de estos probióticos a los tampones u otros productos menstruales podría reducir el riesgo -y la incidencia mundial- del SST asociado a la menstruación.

Para Schlievert, una medida preventiva de este tipo podría beneficiar a millones de personas vulnerables. "Sabemos que el 20 por ciento de las personas mayores de 12 años no pueden fabricar anticuerpos y nunca lo harán contra el síndrome de shock tóxico", ha afirmado.

Schlievert lleva décadas estudiando el SST y su prevención. A principios de los años ochenta, fue el primer investigador que identificó la toxina que desencadena una reacción exagerada del sistema inmunitario y demostró que los tampones de alta absorción facilitaban la producción de esa toxina en presencia de ´S. aureus´.

El nuevo trabajo, ha explicado, ha estado motivado por las observaciones realizadas durante un estudio anterior. Hace unos años, él y sus colegas reclutaron a 205 mujeres para probar si una nueva mezcla molecular, añadida a los tampones, inhibiría las bacterias patógenas. Esa molécula resultó eficaz contra ´E. coli´ y otros patógenos, pero los investigadores observaron una consecuencia inesperada.

Estudios posteriores revelaron que 9 de esas mujeres estaban colonizadas únicamente por ´L. crispatus´ y ninguna otra bacteria. En la investigación microbiológica, según Schlievert, la colonización por una sola bacteria suele considerarse poco saludable. En este caso, sin embargo, ofrecía una acción eficaz contra el ´S. aureus´ patógeno.

Las bacterias ´lactobacillus´ ya han demostrado su inocuidad, según Schlievert, y el nuevo trabajo sugiere que el tratamiento con ´L. crispatus´ solo, o con ´L. acidophilus´ y ´L. rhamnosus´ en combinación, podría reducir drásticamente el riesgo de SST en poblaciones vulnerables.

Asimismo, las cepas de ´S. aureus´ también pueden causar enterocolitis, una respuesta inmunitaria potencialmente mortal en el intestino. Los probióticos también podrían ayudar a reducir la producción de proteínas peligrosas para esa enfermedad, señaló Schlievert.

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