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El control de las células T podría prevenir la diabetes tipo 1

El nuevo método podría utilizarse para seleccionar a los pacientes adecuados para un tratamiento que detuviera el proceso autoinmune.

24/07/2023

Científicos del Scripps Research en EEUU han demostrado que el análisis de un determinado tipo de célula inmunitaria en la sangre puede ayudar a identificar a las personas con riesgo de desarrollar diabetes de tipo 1, una enfermedad autoinmune potencialmente mortal. El nuevo método, si se valida en otros estudios, podría ...

Científicos del Scripps Research en EEUU han demostrado que el análisis de un determinado tipo de célula inmunitaria en la sangre puede ayudar a identificar a las personas con riesgo de desarrollar diabetes de tipo 1, una enfermedad autoinmune potencialmente mortal.

El nuevo método, si se valida en otros estudios, podría utilizarse para seleccionar a los pacientes adecuados para un tratamiento que detuviera el proceso autoinmune, convirtiendo la diabetes de tipo 1 en una enfermedad prevenible.

En el estudio, publicado en la revista ´Science Translational Medicine´, los investigadores aislaron células T (un tipo de célula inmunitaria) de muestras de sangre humana y de ratón. Mediante el análisis de las células T que pueden causar diabetes tipo 1, fueron capaces de distinguir a los pacientes de riesgo que tenían autoinmunidad activa de los que no tenían autoinmunidad significativa, con una precisión del 100 por cien en una muestra pequeña.

"Estos hallazgos suponen un gran paso adelante porque ofrecen la posibilidad de detectar este proceso autoinmune cuando aún se está a tiempo de prevenir o retrasar considerablemente la diabetes", ha afirmado el autor principal del estudio y profesor del departamento de Inmunología y Microbiología del Scripps Research, Luc Teyton.

La diabetes de tipo 1 se produce cuando el sistema inmunitario destruye las ´células de los islotes´ del páncreas productoras de insulina. El proceso autoinmune que subyace a la diabetes de tipo 1 puede prolongarse durante años, con múltiples inicios y paradas. No se sabe exactamente cómo se inicia el proceso, aunque sí se sabe que intervienen factores genéticos y que puede desencadenarse por infecciones víricas rutinarias.

Cuando aparece, suele hacerlo en la infancia o en los primeros años de la edad adulta, y requiere la administración de insulina de por vida. Los investigadores calculan que unos dos millones de personas padecen diabetes de tipo 1 sólo en Estados Unidos.

En 2022, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. aprobó una terapia inmunosupresora que puede proteger las células de los islotes y, al menos, retrasar la aparición de la diabetes entre meses y años si se administra en las primeras fases de la autoinmunidad.

Sin embargo, los médicos no han dispuesto de un buen método para identificar a las personas que podrían beneficiarse de dicho tratamiento. Tradicionalmente han examinado los niveles de anticuerpos contra los islotes en muestras de sangre de pacientes, pero esta respuesta de anticuerpos no ha sido una medida muy precisa de la progresión autoinmune.

"Los niveles de anticuerpos contra los islotes son poco predictivos a nivel individual, y la diabetes tipo 1 es fundamentalmente una enfermedad impulsada por las células T", ha afirmado Teyton.

En el estudio, Teyton y su equipo construyeron complejos proteínicos para imitar la mezcla de proteínas inmunitarias y fragmentos de insulina que las células T especializadas llamadas células T CD4 reconocerían normalmente para iniciar la reacción autoinmunitaria.

Utilizaron estas construcciones como cebo para capturar células T CD4 antiinsulina en muestras de sangre. A continuación, analizaron la actividad génica de las células T capturadas y la expresión de proteínas en las células para medir su estado de activación.

De este modo, pudieron desarrollar un algoritmo de clasificación que identificaba correctamente qué pacientes de riesgo, en un grupo de nueve, presentaban autoinmunidad antiislote en curso.

Teyton espera ahora validar el método basado en células T CD4 con un estudio a largo plazo en una cohorte más amplia de participantes, comparando este método con el método tradicional de cuantificación de anticuerpos antiislote.

Asimismo, los investigadores están trabajando para que el proceso de aislar y analizar las células T antiislote en muestras de sangre sea más asequible y cómodo, de modo que pueda utilizarse más fácilmente en un entorno clínico.

"Si logramos que se convierta en un método útil para identificar a los pacientes de riesgo y hacer un seguimiento de su estado de autoinmunidad, no sólo dispondremos de una forma de poner en tratamiento a las personas adecuadas, sino que también podremos seguir la evolución de su enfermedad y evaluar posibles nuevas terapias preventivas", ha afirmado Teyton.

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