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Descubren por qué las células tumorales pueden crecer en hipoxia

El funcionamiento anormal de la proteína que regula la internalización del EGFR permite que este receptor continúe en la superficie celular estimulando el crecimiento.

04/12/2014

En células sanas, la proteína con dominio prolil-hidroxilasa 3 (PHD3) responde a la falta de oxígeno induciendo la internalización del EGFR, el receptor que induce proliferación celular al interaccionar con su ligando, el factor de crecimiento epidérmico. Científicos de la Universidad de Giessen y de otros centros de investigación europeos ...

En células sanas, la proteína con dominio prolil-hidroxilasa 3 (PHD3) responde a la falta de oxígeno induciendo la internalización del EGFR, el receptor que induce proliferación celular al interaccionar con su ligando, el factor de crecimiento epidérmico. Científicos de la Universidad de Giessen y de otros centros de investigación europeos han descubierto que la internalización del EGFR tiene lugar gracias a unas proteínas adaptadoras que se unen a PHD3 y que, en células tumorales hipóxicas, la supresión de PHD3 hace que estos adaptadores no puedan cumplir su función, lo que resulta en una sobreactivación del EGFR. De este modo, las células pierden sensibilidad a los factores inhibidores del crecimiento inducidos por la hipoxia y proliferan sin control. Este mecanismo ha sido identificado como el principal causante del crecimiento del glioblastoma maligno en humanos, como demuestra el examen de 76 pacientes. En gliomas primarios y secundarios de alto grado, se constató que los niveles de PHD3 se mantienen inalterados a pesar de la hipoxia, en comparación con los tumores de bajo grado, lo que indica que la expresión de PHD3 se atenúa con la progresión de la enfermedad. El descubrimiento tiene relevancia clínica porque demuestra la existencia de un mecanismo alternativo de sobreactivación del EGFR que es completamente independiente del número de copias del gen y aplicable a otros muchos tipos promovidos por la desregulación del EGFR. 

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