En el segundo estudio sobre el impacto de la Covid-19 en la salud mental y anímica de los médicos tras la pandemia, presentado en la sede del Consejo General de Médicos (CGCOM), se vuelven a constatar altas tasas de malestar y deterioro físico, mental y emocional en la profesión médica, fundamentalmente por las malas condiciones laborales que se arrastran y la falta de horizontes de mejora.

Dr Tomás Cobo Castro

El doctor Tomás Cobo Castro, presidente del CGCOM, repasó las alarmas ya despertadas con la primera oleada del estudio ´Repercusiones de la Covid-19 sobre la salud y el ejercicio de la profesión de los médicos de España´ y que ya advirtieron del grave problema que supone que un 33% de los facultativos declarara su deseo de jubilarse de tener oportunidad, junto a un extremado 60% de ellos que confesó sufrir síndrome de burn out, a la vez que aumentan las agresiones a sanitarios hasta el presente.

De lo que el presidente extrajo un mismo sentimiento de desafección que se produce por tres quiebras que no encuentran solución. Y que son que la mitad de los médicos trabajan en régimen de precariedad, que les falta a casi todos tiempo y canales para recibir formación continuada y que los salarios son muy inferiores a la media de sus colegas europeos.

A lo que opuso Cobo, como hecho positivo, la fortaleza y el crecimiento del sistema de atención integral al médico enfermo, Programa PAIME.

En palabras del presidente, la justicia social reside en la calidad del sistema asistencial con la que colisiona en muchos aspectos un modelo divergente de 17 sistemas de salud y al que ayuda, por el contrario y en su medida, un sector privado que ya supone el 30% de toda la actividad sanitaria.

Lamentó que decenas de miles de médicos padezcan la sensación de no poder descansar, incluso tras jornadas agotadoras, fundamentalmente porque no disponen de tiempo para formarse adecuadamente en una profesión que exige una permanente actualización.

Por lo que Cobo volvió a reclamar un pacto de estado por la sanidad y así corregir los males que afectan a una profesión que no está pasando por su mejor momento, precisamente, y según sus palabras.

Recordó que no hace mucho la pandemia tuvo a la Humanidad al borde del abismo y este se pudo sortear únicamente con el esfuerzo de los médicos de España y toda Europa.

Sabedor de que, si no hay salud no hay nada a lo que aspirar y que resulta perentorio acabar con esta crisis de desmoralización, mostró unas cifras peores que las del análisis anterior. Por lo que pidió apurar las posibilidades del Real decreto 12/2022, como sustrato del estatuto marco, y del decreto 589 del mismo año, sobre formación especializada. Para, entre otras cosas, armonizar contrataciones y retribuciones entre las distintas Comunidades Autónomas.

Tras lo cual, expresó el presidente su gratitud a los 52 colegios a la hora de preguntar a los centenares de miles de médicos de España sobre su situación real y sus inquietudes.

Dr Alejandro Andreu

Seguidamente, el doctor Alejandro Andreu Lope, presidente de la Fundación Mutual Médica, ratificó la relevancia del estudio al retratar el estado de salud mental del colectivo médico. Como ejemplo del trabajo y el compromiso de su entidad, que se destaca por el programa "Cuidarme" y su dotación de 117.000 euros anuales para acompañar al facultativo en todas sus fases de desempeño. Al que se suma igualmente el dispositivo Sapem puesto a disposición de los estudiantes de medicina como respuesta a sus necesidades psicosociales. Para ofrecer un servicio telefónico confidencial y por whatsapp, en coordinación también con el programa PAIME. A la vez que se trabaja en favor de los derechos generados en incapacidad temporal por causa incluida en el área de salud mental, como explicó Andreu Lope.

Dra Manuela García Romero

También en nombre del consejo general, su vicepresidenta segunda, la doctora Manuela García Romero, recordó que los médicos tuvieron que arrostrar las consecuencias de una alta mortandad y muchas malas noticias que dar durante la pandemia. Y que luego todo esto se tradujo en demasiados casos de insomnio y la necesidad de acudir a dispositivos de ayuda.

Acotó García Romero el estudio presentado entre noviembre de 2022 y febrero de 2023. Mientras que, del dato al relato, no vio mejora en los parámetros comparados. Ante hechos como guardias que superan las 48 horas y una parte de los médicos que trabajan más de 50 horas a la semana. Donde los perfiles más afectados son las médicas con menos de 35 años, ya sean MIR o interinas en centros de salud.

En este cuadro en general sombrío, la vicepresidenta segunda vio señales sin embargo positivas como la apertura a pedir ayuda, algo casi inédito antes de la pandemia, y la expansión del programa PAIME, al que ya acude un 35%.

También los médicos de la privada agradecieron en un 60% a la organización colegial su ayuda en aquel tiempo en que no había ni consultas, ni EPIs ni vacunas.

Antoni Calvo

Entró en el detalle del estudio Antoni Calvo López, director de la Fundación Galatea, para describir una profesión constituida por mujeres en un 56,9%, con menor representación de profesionales jóvenes en la encuesta, notable preponderancia del sector público y con un 27% de temporalidad y un 61% de interinidad lastrada en los menores de 35 años. Fuerza laboral cuya mitad trabaja más de 40 horas a la semana y con un 29% que lo hace más de 50 horas. Donde los peor retribuidos y más inestables en sus puestos son los que acaban trabajando más. Dentro de un total que, al 77%, opina que su carga de trabajo es igual ahora a la de antes. Siendo incluso superior para el 37%, dentro de un panorama bastante transversal.

Hasta el punto de que el 36% declara insomnio y el 75% fatiga, dolor o estrés. Con un 38% que se siente sobrepasado en su trabajo y un 43% directamente quemado.

Donde son las médicas que trabajan en AP las que ofrecen peores indicadores. A partir de datos como un 32% de todos los médicos que declaran un estado mental peor al de antes de la pandemia, con 48% riesgo de mala salud mental en la escala GH1 12 y un alarmante 16% de depresión en mujeres jóvenes que trabajan en los centros de salud. Lo que motiva que una de cada cuatro médicas tenga que optar por recibir ayuda farmacológica.

Para el ponente la pandemia vino a acentuar la vulnerabilidad, que se traduce en mayor demanda de apoyo psicológico. Único dato que parece haber bajado del 38% de 2020 al 15% en 2023. Aunque más de la mitad de los médicos están dispuestos a pedir ayuda en caso necesitarlo. Con preferencia por psicólogos y psiquiatras privados en un 39%. Además de una mayor predisposición de las médicas jóvenes a pedir ayuda antes.

Del programa PAIME y sus 20 años de experiencia, destacó su mayor demanda en Cataluña, con un 42%, por ser la comunidad en la que se implantó hace 25 años, y seguida por el crecimiento registrado en Andalucía y Castilla y León.

Sobre el sentimiento de apoyo, el ponente dijo que es del 77% entre colegas y del 71% al percibido desde los pacientes. Mientras que ese respaldo sólo se queda en el 25% cuando viene de los gerentes y la macrogestión. Ya que las tensiones de la pandemia alteraron las relaciones jerárquicas.

En contra, el 72% de estímulo recibido desde la sociedad fue máximo en la primera, como expresaron los aplausos desde los balcones, aunque ahora sigue en descenso.

Así mismo tiempo, los médicos consultados declararon recibir apoyo desde sus respectivos colegios en un 62%.