El índice de masa corporal (IMC), que lleva décadas manejándose, con puntos de corte estandarizados para el sobrepeso y la obesidad es fácil de medir y económico. Para los adultos, medir el IMC y la circunferencia de la cintura puede aportar pistas sobre el riesgo relacionado con el peso. Sin embargo, ...
El índice de masa corporal (IMC), que lleva décadas manejándose, con puntos de corte estandarizados para el sobrepeso y la obesidad es fácil de medir y económico. Para los adultos, medir el IMC y la circunferencia de la cintura puede aportar pistas sobre el riesgo relacionado con el peso.
Sin embargo, un informe del Consejo de Ciencia y Salud Pública de la Asociación Médica Americana (AMA) presentado en su reciente reunión anual en Chicago, determina que el IMC "es una medida imperfecta porque no evalúa directamente la grasa corporal". "Existen numerosas dudas con respecto a la forma en que se ha utilizado el IMC para medir la grasa corporal y diagnosticar la obesidad", afirmó uno de los responsables de esta Asociaciación, el Dr. Jack Resneck, Jr. "Es importante que los médicos comprendan los beneficios y las limitaciones del uso del IMC en entornos clínicos para determinar la mejor atención para sus pacientes", agregó.
De esta forma, desde la AMA se considera que existen limitaciones significativas asociadas con el uso generalizado del IMC en entornos clínicos. Además, creen que es insuficiente cuando se usa para diagnosticar y tratar a personas con trastornos de la alimentación "porque no capta la gama completa de trastornos de la alimentación anormales". Es por ello que sugiere que su uso sea complementado con otras medidas válidas de riesgo tales como medidas de: grasa visceral, Índice de adiposidad corporal, composición corporal, masa grasa relativa, circunferencia de la cintura y factores genéticos o metabólicos.
Más investigación
Desde el punto de vista de dicha organización, si bien el IMC se correlaciona significativamente con la cantidad de masa grasa en la población general, sin embargo, considera que pierde previsibilidad cuando se aplica a nivel individual.
Asimismo, ve esencial tener en cuenta la heterogeneidad relativa de la composición y la forma del cuerpo, atendiendo a diversos parámetros: razas y grupos étnicos, sexos, géneros y edades, cuando se aplica el IMC como una medida de la adiposidad.
De este modo, desde la AMA se insta a avanzar en la investigación sobre la aplicación de los percentiles de IMC extendidos y las puntuaciones z y su asociación con otras medidas antropométricas, factores de riesgo y resultados de salud.
Además, considera necesario incrementar los esfuerzos para formar a los médicos sobre los problemas con el IMC y las medidas alternativas para diagnosticar la obesidad.