A menudo, la insuficiencia cardíaca se considera una enfermedad asociada al envejecimiento, sin embargo, también se contempla como un riesgo a corto plazo para ciertos pacientes jóvenes supervivientes del cáncer.

Al respecto, un nuevo estudio de Northwestern Medicine (afiliado a la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, en Chicago, EEUU) descubrió que adultos jóvenes que habían sobrevivido después de sufrir un cáncer (entre 18 y 39 años de edad en el momento del diagnóstico) tenían un riesgo mayor (2,6 veces) de insuficiencia cardíaca cuando eran tratados con una categoría específica de quimioterapia (antraciclinas) que daña el ADN de las células cancerosas. Este estudio, publicado en ´JACC: CardioOncology´, es el primero que calcula el riesgo de insuficiencia cardíaca entre los adultos jóvenes sobrevivientes de cáncer tratados con antraciclinas. Para su desarrollo se contó con 12.879 adultos jóvenes todos ellos supervivientes de cáncer.

"Afortunadamente, las personas sobreviven cada vez más al cáncer de aparición temprana, pero una vez que lo hacen, corren el riesgo de sufrir efectos secundarios a largo plazo, como insuficiencia cardíaca e infertilidad", expuso la autora correspondiente del estudio, Elizabeth Hibler, profesora asistente de epidemiología y prevención en Northwestern Facultad de Medicina de la Universidad Feinberg. La edad media del diagnóstico de insuficiencia cardiaca fue de 32 años, "lo que no solo indica un mayor riesgo, sino también una aparición temprana de insuficiencia cardiaca", señaló la autora principal del estudio, la Dra. Sadiya Khan.

Por tanto, "nuestro objetivo es mejorar la detección temprana porque existen tratamientos tempranos para la insuficiencia cardíaca si el paciente muestra signos de la misma", agregó la prof. Hible

Los resultados de este estudio brindan más evidencia de la superposición entre la enfermedad cardiovascular y el cáncer, pero se necesita investigación futura para comprender si otros tipos (más nuevos) de tratamiento del cáncer también pueden afectar el riesgo de insuficiencia cardíaca. En este sentido, se requiere más estudios para comprender cómo los factores de riesgo compartidos pueden afectar el riesgo de cáncer y enfermedad cardíaca.