Reumatología

Una intervención dietaria atenúa la artritis reumatoide en un modelo experimental

Reduce la sintomatología y el índice de patología histológica articular, en un proceso asociado a cambios en la microbiota intestinal.

12/05/2023

Los resultados de un estudio realizado en ratas indican que la combinación de glucosamina y sulfato de condroitina ofrecen beneficio en la artritis reumatoide. La administración oral diaria en animales con enfermedad establecida redujo la hinchazón y la tumefacción en la extremidad de referencia, ya a los 25 días del inicio del tratamiento, en un efecto exclusivo de la combinación, ya que los compuestos por separado no mostraron actividad terapéutica significativa. Estas mejoras fueron acompañadas por una reducción de la patología histológica articular. Aunque los investigadores no hallaron diferencias en los niveles de citoquinas proinflamatorias circulantes, sí hubo una significativa reducción en la expresión del receptor TLR4 y del factor de transcripción NF-kappaB en el tejido sinovial.

Feng Zhang, investigador de la Universidad de Jiangnan y co-director del estudio, afirma que algunos receptores de la familia TLR interaccionan con ligandos de procedencia bacteriana, tales como el lipopolisacárido, induciendo una respuesta en los fibroblastos sinoviales y en los macrófagos proinflamatorios de tipo M1, los cuales liberan citoquinas que afectan desfavorablemente al cartílago. En consonancia con esta observación, los científicos constataron importantes cambios en la composición bacteriana de los animales tratados. Zhang señala que la disbiosis característica de los animales con artritis fue corregida de manera sostenida por la suplementación dietaria. En efecto, el restablecimiento de la estructura de la microbiota se mantuvo a lo largo de todo el periodo de observación, mientras que la suplementación con cada componente individual tuvo efectos insignificantes o transitorios. El estudio también examinó por métodos bioinformáticos las potenciales correlaciones entre grupos específicos de bacterias y la sintomatología articular, hallando una correlación inversa entre la abundancia de microorganismos del filo Firmicutes y el grado de hinchazón de la extremidad. Los hallazgos apoyan la noción de que la activación de la vía TLR4/NF-kappaB por mediadores bacterianos podría ser modulada mediante intervenciones dietarias.