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Asocian dietas altas en grasas y azúcares con una memoria espacial más pobre

La ingesta de alimentos poco saludables puede afectar directamente a la estructura del cerebro y reducir el tamaño y la función del hipocampo.

09/05/2023

La conocida "comida basura o chatarra" se ha introducido, de forma generalizada, en las dietas modernas, y hay muchas personas que alternan períodos de alimentación saludable y no saludable, denominados técnicamente "ciclos de dieta". Un estudio de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW) Australia, publicado en ´Molecular Nutrition and ...

La conocida "comida basura o chatarra" se ha introducido, de forma generalizada, en las dietas modernas, y hay muchas personas que alternan períodos de alimentación saludable y no saludable, denominados técnicamente "ciclos de dieta".

Un estudio de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW) Australia, publicado en ´Molecular Nutrition and Food Research´, muestra que el ciclo entre una dieta saludable y la que no lo es afecta a la memoria espacial. La investigación fue realizada por el Dr. Mike Kendig y la profesora Margaret Morris, jefa de farmacología en UNSW Medicine & Health.

En el experimento, las ratas expuestas a las variaciones de la dieta poco saludable se desempeñaron peor en las pruebas de memoria espacial, en las que tenían que recordar la ubicación de los objetos. El deterioro de la memoria fue más notorio para las ratas que siguieron la dieta alta en grasas y azúcar durante más días consecutivos, en otras palabras, ciclos de dieta poco saludables más largos.

La dieta poco saludable también condujo a cambios en el microbioma intestinal. Esto incluyó menos diversidad en las especies microbianas presentes, niveles más altos de bacterias "malas" asociadas con la obesidad y niveles más bajos de bacterias "buenas" asociadas con el control del peso. Los efectos se volvieron más severos con ciclos más largos de dieta poco saludable.

Todas las ratas alimentadas con la dieta poco saludable ganaron más peso que los controles alimentados con la dieta saludable al final del experimento. Sin embargo, la duración del ´ciclo no saludable´ tuvo poco impacto, ya que los efectos sobre la cognición y el microbioma intestinal parecían ser independientes del aumento de peso.

Vínculos entre la dieta y la cognición

Por tanto, como explicaron los investigadores, la incidencia de este tipo de dieta en la memoria de las ratas puede deberse a varios factores, entre ellos, el microbioma intestinal.

"Nuestros análisis indicaron que los niveles de dos bacterias se correlacionaron con el grado de deterioro de la memoria. Esto sugiere un vínculo entre los efectos del ciclo de la dieta en la cognición y la microbiota", según el Dr. Kendig, quien realizó esta investigación en la UNSW y, que ahora, investiga la dieta.

"Sabemos que el intestino está muy conectado con nuestro cerebro. Los cambios en el microbioma en respuesta a nuestra dieta podrían afectar nuestro cerebro y comportamiento", agregó la prof. Morris al respecto.

Otra razón podría ser que una dieta poco saludable contribuye a la inflamación en el cuerpo. "En los humanos, sabemos que una dieta que aumenta la inflamación parece ser menos beneficiosa para nuestra función cerebral", añadió Morris. "Ya en el pasado, demostramos en ratas que estos déficits cognitivos en realidad se correlacionan con la inflamación en el cerebro".

Asimismo, comer alimentos poco saludables también puede afectar directamente la estructura del cerebro. Investigaciones anteriores muestran que una dieta rica en grasas y azúcar puede reducir el tamaño y la función de un área del cerebro llamada hipocampo, que es esencial para el aprendizaje y la memoria.

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