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Tres regímenes farmacológicos no opiodes para tratar el dolor lumbar

Los miorelajantes y los AINES reducen el dolor y la discapacidad, ya a la semana del inicio del tratamiento.

07/03/2023

Los resultados de una revisión sistemática revelan que los antiinflamatorios no esteroides (AINEs), los miorelajantes y la combinación de AINES y paracetamol son los tratamientos más eficaces en el tratamiento de las lumbalgias. En contraste, ni el paracetamol en monoterapia ni el placebo indujeron mejoras significativas. El estudio ha estado ...

Los resultados de una revisión sistemática revelan que los antiinflamatorios no esteroides (AINEs), los miorelajantes y la combinación de AINES y paracetamol son los tratamientos más eficaces en el tratamiento de las lumbalgias. En contraste, ni el paracetamol en monoterapia ni el placebo indujeron mejoras significativas. El estudio ha estado basado en todos los ensayos clínicos aleatorizados con respecto al dolor agudo en esta región espinal, incluso los publicados en lenguas distintas del inglés y con un nivel de evidencia I. Los autores también incluyeron los casos de dolor neuropático, excepto los asociados a algún tipo de déficit motor, excluyéndose todos los casos de tratamiento con opioides. En los 18 ensayos que cumplieron los estrictos requisitos de inclusión, los investigadores analizaron los datos de casi 3500 pacientes, en los que se constató que los 3 regímenes indicados mostraron eficacia, tanto en la reducción del dolor como del grado de discapacidad. A pesar de la ineficacia del paracetamol, la combinación de este fármaco con los AINES exhibió una eficacia superior a la de los AINEs en monoterapia.

Alice Baroncini, investigadora del Hospital Universitario de Aquisgrán y co-directora del estudio, afirma que aunque la reducción de los síntomas forma parte de la historia natural de la lumbalgia, la ausencia de efecto con el placebo confirma la noción de que la terapia farmacológica ofrece beneficio. El actual trabajo representa un primer paso hacia la optimización de los tratamientos, matiza Baroncini. Los futuros estudios deberán estar centrados, no sólo en identificar las terapias de acción más rápida, sino también las que presentan menor riesgo de recidiva, concluye la científica.

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