Había que estar enamorado de la Atención Primaria (AP), del trabajo que desempeñan los profesionales de este colectivo y de la atención a los pacientes. Solo así se explica que, el 14 de febrero de 1973, se fundara la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) en una época realmente dura para llevar a cabo la labor de médico generalista o de familia.

Quedaban unos años para la llegada de la democracia y la construcción de los cimientos de un Sistema Nacional de Salud (SNS) de garantías, posible gracias a la Ley General de Sanidad de 1986, que constituyó las estructuras básicas de salud, con la creación de zonas y áreas sanitarias. Una década antes de esta efeméride para nuestro país, los profesionales sanitarios de AP atendían, recuerda, José Polo, presidente de SEMERGEN, o en su casa, o en el consultorio local, con muy pocos recursos en cualquier caso. Hoy, casi todos los centros de salud permiten realizar diversas pruebas diagnósticas como electrocardiogramas, espirometrías o analíticas.

La sociedad científica ha vivido todo el proceso de desarrollo de un sistema público de salud, aportando su granito de arena de distintas maneras: "desde un primer momento SEMERGEN abogó por la creación de una especialidad de Medicina de Familia y además abogó por la formación y la capacidad de resolución de los médicos", relata Polo, quien agrega al respecto que otro de los hitos históricos "más importantes" fue el de la creación de la especialidad de Medicina de Familia, cuestión por la que abogó la sociedad científica "desde un primer momento".

En sus comienzos, más si cabe, SEMERGEN se apoyaba en "un espíritu de lucha y un tesón enorme" por mantener una atención al paciente y por entrar en liza para defender la AP, la formación y el apoyo a los compañeros. España era, entonces, un país en vías de desarrollo, con unas carencias "enormes", cuya atención se basaba "en el voluntarismo de médicos y compañeros que estaban 24 horas atendiendo a los pacientes".

Hoy, sigue habiendo margen para la mejora del SNS y lo demuestra una de las principales reclamaciones de la sociedad que preside Polo, quien equipara el sistema sanitario público a un "edificio con goteras y mal funcionamiento", debido en parte a que, señala, las inversiones se destinan principalmente a los centros hospitalarios que a la AP.

Esto conlleva otros retos a superar, como el de los recursos humanos. "En aquella época los había [problemas] y ahora también los tenemos", compara. Sigue ocurriendo que un profesional ve poco atractivo irse a vivir a un pueblo, y más cuando este se ubica en zonas de difícil acceso, por la falta de incentivos que tiene para desempeñar su trabajo.

En este sentido, tampoco se olvida de la necesidad de un relevo generacional entre los profesionales del colectivo: "la mayoría nos vamos a jubilar pronto", advierte, y lo considera "el mayor reto o la perspectiva mayor", teniendo en cuenta que hasta el 30% de los médicos superan los 60 años de edad y se jubilarán en "unos cuatro o cinco años".

Además de la falta de inversión, Polo insta a que haya "un aumento de la capacidad de resolución".

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