Con la llegada del invierno países como España ven reducida de forma considerable las horas de luz solar y eso puede comportar en el cuerpo humano insuficiencias de vitamina D. De hecho, según datos de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), el 40% de la población más joven de 65 años padece insuficiencia de vitamina D en sangre.

El cuerpo humano requiere entre 30 y 70ng/ml en sangre, información que se puede extraer fácilmente de una analítica de sangre. Estar por debajo de estos varemos puede ser preocupante.

Una exposición al sol tres veces por semana durante veinte minutos es suficiente para adquirir la vitamina D necesaria

Exponer al sol brazos y piernas o cara y brazos sin protección durante unos veinte minutos tres veces por semana es suficiente para garantizar la absorción de vitamina D necesaria para el buen funcionamiento del cuerpo humano. También se puede complementar con alimentos ricos en vitamina D pero en ningún caso sería substitutorio de la exposición solar.

Entre el 80 y el 90% de la vitamina D la genera el propio cuerpo gracias a la exposición solar, y sólo un 10 o un 20% se puede adquirir con alimentos ingeridos. No hay un gran número de alimentos que aporten esta vitamina, estos son los alimentos más comunes con los que puedes complementar tu dieta: la yema de huevo, hongos portobello, salmón rosado, hígado de vaca o leche entera y yogur, entre otros.

No se recomienda ingerir suplementos de vitamina D sin consultar al médico

En algunos casos el médico puede recetar algunos suplementos en caso de falta de vitamina. Sin embargo, SEEN no recomienda que se tomen sin llevar un control médico ya que pueden comportar problemas de salud. Por ello, es necesario consultar con un especialista en estos casos.

La falta de vitamina D puede comportar osteoporosis

La vitamina D es necesaria para absorber el calcio en los huesos. Además, es imprescindible para el sistema nervioso, la fertilidad y ayuda al desarrollo muscular e inmunitario. La falta de esta vitamina puede comportar enfermedades como la osteoporosis que conlleva síntomas como dolores osteomusculares y debilidad muscular. En el caso de los niños la falta de vitamina D comporta una alteración en la mineralización ósea que se conoce como raquitismo. Además, se estudia la posibilidad de que la falta de esta vitamina favorezca problemas de hipertensión, diabetes, cáncer o enfermedades autoinmunes.