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La intervención temprana con un anticuerpo mejora la respuesta virológica frente al VIH-1

Los pacientes infectados por virus sensibles presentan mayor probabilidad de mantener la respuesta tras la interrupción de la terapia antiretroviral.

04/11/2022

Los resultados de un ensayo de fase Ib/2a ponen de manifiesto la ventaja del tratamiento con el anticuerpo 3BNC117 en pacientes con infección por VIH-1 de nuevo diagnóstico. Su administración poco después del inicio de la terapia antiretroviral potenció el descenso de la viremia y aceleró la eliminación de las ...

Los resultados de un ensayo de fase Ib/2a ponen de manifiesto la ventaja del tratamiento con el anticuerpo 3BNC117 en pacientes con infección por VIH-1 de nuevo diagnóstico. Su administración poco después del inicio de la terapia antiretroviral potenció el descenso de la viremia y aceleró la eliminación de las células infectadas, con una disminución en la frecuencia de linfocitos T portadores del virus. La adición secuencial de romidepsina al régimen de tratamiento resultó en un incremento del número de linfocitos T citotóxicos específicos de la proteína viral Gag, esencial en la diseminación del patógeno en el organismo. La terapia fue más eficaz en los pacientes que al inicio presentaban virus sensibles al anticuerpo. Este subgrupo también presentó mayor probabilidad de mantener la respuesta tras la interrupción de la terapia antiretroviral.

Jesper Gunst, investigador de la Universidad de Aarhus y primer autor del estudio, afirma que éste se distingue de otros previos que fueron llevados a cabo casi exclusivamente en pacientes que ya se encontraban recibiendo terapia antiretroviral desde hacía tiempo. El uso de romidepsina está basado en observaciones clínicas, según las cuales este inhibidor de las histona deacetilasas induce la expresión del VIH-1 en los linfocitos T infectados. Aunque esta reversión de la latencia es fundamental en la potenciación de las terapias anti-VIH basadas en anticuerpos, hasta ahora no habían sido observadas reducciones significativas en la viremia tras la interrupción de la terapia antiretroviral convencional. Gunst asegura que la incidencia y severidad de los efectos adversos fue similar en todos los grupos de tratamiento, subrayando la buena tolerabilidad del anticuerpo 3BNC117.

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