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Se impone la urgencia de implantar un Código Sepsis universal

Ante el hecho de que el 40% de las muertes por sepsis podría ser evitable, se impone la urgencia de implantar un sistema de Código Sepsis universal y similar a los ya existentes en infarto e ictus. Una estrategia que únicamen comparten 200 hospitales del país.

07/10/2022

Durante el debate online sobre las sepsis, celebrado desde la Fundación Ramón Areces, diferentes expertos valoraron el impacto de estas infecciones descontroladas como problema de salud pública y apostaron por universalizar un mismo protocolo similar a los ya muy ampliamente establecidos para los ictus y los infartos de miocardio. El encuentro, ...

Durante el debate online sobre las sepsis, celebrado desde la Fundación Ramón Areces, diferentes expertos valoraron el impacto de estas infecciones descontroladas como problema de salud pública y apostaron por universalizar un mismo protocolo similar a los ya muy ampliamente establecidos para los ictus y los infartos de miocardio.

El encuentro, que llevó por título `Código Sepsis: su repercusión en la salud de los españoles´ explicitó datos como que el 40% de las muertes por sepsis se podría evitar al contar con un protocolo dirigido a actuar con la mayor rapidez en todos los hospitales porque el factor tiempo siempre resulta crucial.

Las sepsis afecta a 48,9 millones de personas cada año en todo el mundo, de los que 11 millones no superan su curso y fallecen. Una realidad que da todo el protagonismo a los servicios de urgencia de los hospitales, espacios donde se diagnostica el 70% de los casos de sepsis. Un tipo de patología que se define como infección descontrolada que afecta progresivamente a distintos órganos con altas posibilidades de fallo vital.

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Dr Emilio Bouza

El presidente del consejo científico de la Fundación Ramón Areces, el infectólogo Emilio Bouza, moderó el debate y compartió la advertencia de que las cifras globales reales de sepsis podrían ser mucho mayores a las públicamente difundidas hasta el año 2017, dado que tampoco incluyen los datos de diagnóstico y muerte de los países de rentas bajas.

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Dr Marcio Borges (fepimcti)

Abundando en lo dicho por el profesor Bouza, el doctor Marcio Borges, jefe del servicio de cuidados intensivos del Hospital Universitario Son Llàtzer de Palma de Mallorca, razonó que en un hospital español se atiende como media a una población de 300.000 personas cada año entre las que se suelen detectar 1.000 casos de sepsis. Mientras que en India, por ejemplo, los diagnósticos suben entre 30 y 50 por cada 100.000 habitantes.

Ante ese desconocimiento de la incidencia real, en unos países y otros, aunque con distinto alcance, el doctor Borges recordó que Código Sepsis se creó en España en el año 2012, es decir, cinco años antes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reclamara a todos los países que instauraran un procedimiento específico y universalmente aceptado para combatir estas infecciones.

El éxito de su implantación en el país permitió reducir la mortalidad del 41 al 16%, al compás de su adopción por los distintos territorios. Hasta el punto de que, en la actualidad, ya son 200 los hospitales que cuentan con dicho código sepsis. Un número de centros que se tiene que incrementar necesariamente, opinó este intensivista, si se tiene en cuenta que hay 18 sociedades médicas que respaldan la extensión de este código a todos los hospitales. Tarea que requiere un enfoque transversal, coordinación, equipos de intervención inmediata y la implicación colaborativa de los colectivos médico y enfermero.

Entre los problemas que representan las sepsis está la amplitud de patógenos y variantes, tales como bacterias, virus, hongos y parásitos. A los que hay que oponer una medicina personalizada y programas como aquel en el que trabaja su equipo, sobre 6 variables, aunque existen otras investigaciones con hasta 70 variables.

En cualquier caso, Borges apreció que ni clínicos ni administraciones han tenido mucho éxito al sensibilizar a la población del país sobre este problema, a diferencia de otros como Alemania. Allí, como explicó, grandes corporaciones patrocinan campañas de concienciación bien orquestadas y efectivas.

Seguidamente, el doctor Francisco López-Medrano, profesor titular del departamento de Medicina de la Universidad Complutense e infectólogo de la unidad de enfermedades infecciosas del Hospital Universitario 12 de Octubre, confirmó que, entre el 70-80% de las sepsis se detectan en las urgencias hospitalarias sin que sus profesionales reciban un correcto reconocimiento a su muy valiosa actividad. A pesar de ser los llamados a abordar la sepsis en su calidad de síndrome de difícil catalogación que dificulta que se consigne en los partes de alta y los certificados de defunción, cuya cumplimentación completa puede verse como un aspecto secundario cuando lo primero siempre es salvar la vida del paciente.

En opinión de López-Medrano se requiere una mayor conciencia sobre el problema dentro del sector sanitario y la sociedad en su conjunto, para que los instrumentos hoy infrautilizados puedan reducir más la mortalidad por sepsis. Concretamente, la infección abdominal y de partes blandas ofrece una ventana de mejora situada entre el 30 y 45%.

Este infectólogo insistió en lo vital que resulta actuar con rapidez en fase aguda, adoptando estrategias agresivas iniciales con el uso de los antibióticos. Con retirada paulatina de principios activos a la par que se identifica el patógeno concreto responsable de la infección. Con objetivos como controlar la situación hemodinámica y recuperar la hipotensión a la mayor brevedad posible. Todo ello en una dinámica de mejora confirmada en los últimos años.

Por su parte y en su intervención, el doctor Javier Hortal, director del departamento de anestesia del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, definió las sepsis como emergencias médicas de casuística muy amplia y que se asocian a una alta mortalidad o discapacidad a largo plazo para los supervivientes.

Se trata, como informó, de un problema de salud pública con un fuerte impacto económico también, si se tiene en cuenta, por ejemplo, que en Estados Unidos las sepsis consumen el 6,2% del gasto hospitalario total.

Precisando el tratamiento de inicio, Hortal prefirió la administración de cristaloides en las tres primeras horas, para luego eliminar sus excedentes mediante diuréticos. Desde la premisa también de saber que siempre resulta prioritario prevenir la infección para que no se produzca el shock séptico.

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