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La irradiación de sangre circulante debe adquirir más importancia en la planificación radioterápica

Sangre circulante, linfopenia, inmunopenia, protonterapia, son conceptos clave asociados la radioterapia actual, según se puso de manifiesto en algunas de las sesiones ofrecidas a los asistentes al XXI Congreso de la SEOR.

03/10/2022

"Hay que hacer un esfuerzo para proteger regiones inmunocompetentes del paciente cada vez que se someta a irradiación", según subrayó el Dr. Felipe Calvo Manuel, co-director del Departamento de Oncología Radioterápica de la Clínica Universitaria de Navarra, durante su intervención en el XXI Congreso de la Sociedad Española de Oncología ...

"Hay que hacer un esfuerzo para proteger regiones inmunocompetentes del paciente cada vez que se someta a irradiación", según subrayó el Dr. Felipe Calvo Manuel, co-director del Departamento de Oncología Radioterápica de la Clínica Universitaria de Navarra, durante su intervención en el XXI Congreso de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), celebrado en Palma de Mallorca.

El experto en Oncología Radioterápica resaltó, durante la sesión ofrecida, la importancia de tener más presente la sangre circulante a la hora de aplicar tratamientos radioterápicos, ya que, a su juicio, es "la gran olvidada de la planificación radioterápica". "La irradiación de sangre circulante es, hasta ahora -según expresó- ´un enigma clínico´", citando, en este sentido, a un experto en el tema como es el Dr. Harald Paganetti, del Hospital General de Massachusetts y de la Escuela Médica de la Universidad de Harvard en Boston (EEUU), quien lleva cerca de dos décadas investigando en la materia.

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Bajo el punto de vista del Dr. Calvo, uno de los factores sobre los que hay que estar vigilantes es la irradiación dispersa de dosis bajas e intermedias. Y es que, como explicó, "la irradiación dispersa innecesaria de regiones que no exhiben toxicidad no se consideraba problemática hasta que se identificó la linfopenia, con riesgo de `linfodaño´ en muchas áreas del organismo, sobre todo si hay mucha sangre circulante alrededor, cuya gravedad puede variar en función del cáncer a tratar". "Es probable que, incluso, la toxicidad esté mediada por la acción carencial de linfocitos", añadió.

En relación con lo anterior, expuso que ya, incluso, en el momento en el que comienza la radiación "se observa un descenso considerable de linfocitos que se sostiene en el tiempo, con los efectos correspondientes que se traducen en infecciones más frecuentes que después se estabilizan".

Por otra parte, tal como indicó en otro momento de su intervención, la recuperación es diferente con fotones que con protones, ya que con estos últimos se protege, en mayor medida, el corazón y las cavidades cardíacas al no haber irradiación dispersa en dicha zona, al igual que otras zonas como la microbiota ni el intestino, entre otros órganos, con lo cual los resultados van a ser distintos..

En cualquier caso, señaló, "en la práctica clínica lo que interesa, sobre todo, es la inmunopenia, ya que la linfopenia es, en si, un marcador de la inmunopenia". Relacionado con ello, insistió en la oportunidad que brinda la radioterapia con protones también conocida como ´protonterapia´. "Ofrece una oportunidad para explorar nuevas formas de irradiación más protectoras", subrayó.

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