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Patrones de actividad y ciclos de sueño influyen en patologías cardíacas y en la diabetes tipo 2

El ritmo circadiano del organismo (ciclo de vigilia/sueño) podría afectar a la forma en que nuestros cuerpos utilizan la insulina.

20/09/2022

Los ciclos de vigilia/sueño causan diferencias metabólicas y alteran la preferencia de nuestro cuerpo por las fuentes de energía, de acuerdo con una nueva investigación publicada en ´Experimental Physiology´. Los investigadores de la Universidad de Rutgers, Nueva Jersey, EE. UU. encontraron que las personas trasnochadoras tienen una capacidad reducida para usar ...

Los ciclos de vigilia/sueño causan diferencias metabólicas y alteran la preferencia de nuestro cuerpo por las fuentes de energía, de acuerdo con una nueva investigación publicada en ´Experimental Physiology´.

Los investigadores de la Universidad de Rutgers, Nueva Jersey, EE. UU. encontraron que las personas trasnochadoras tienen una capacidad reducida para usar la grasa como energía, lo que significa que las grasas pueden acumularse en el cuerpo y aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Por otro lado, los ´noctámbulos´ (personas que prefieren estar activas más tarde durante el día y la noche) usan menos grasa para obtener energía en reposo y durante el ejercicio.

Mientras, las personas que son ´madrugadoras´ que prefieren estar activas por la mañana dependen más de la grasa como fuente de energía y son más activas durante el día con niveles más altos de aptitud aeróbica que los ´noctámbulos´.

Los autores del trabajo clasificaron a los participantes ( n = 51) en dos grupos (temprano y tardío) según su ´cronotipo´, es decir, nuestra propensión natural a buscar actividad y dormir en diferentes momentos. Utilizaron imágenes avanzadas para evaluar la masa corporal y la composición corporal, así como la sensibilidad a la insulina y muestras de aliento para medir el metabolismo de las grasas y los carbohidratos.

Los participantes fueron monitoreados durante una semana para evaluar sus patrones de actividad a lo largo del día. Comieron una dieta controlada en calorías y nutrición y tuvieron que ayunar durante la noche para minimizar el impacto de la dieta en los resultados. Para estudiar la preferencia de combustible, se evaluaron en reposo antes de completar dos series de ejercicio de 15 minutos: una sesión de intensidad moderada y otra de alta intensidad en una cinta rodante. Los niveles de aptitud aeróbica se evaluaron a través de un desafío de inclinación en el que la inclinación se elevó un 2,5 % cada dos minutos hasta que el participante alcanzó el punto de agotamiento.

Más grasa para obtener energía

Se halló que los madrugadores usan más grasa para obtener energía tanto en reposo como durante el ejercicio que los noctámbulos. Los madrugadores también eran más sensibles a la insulina. Los noctámbulos, por otro lado, se mostraron resistentes a ésta, lo que significa que sus cuerpos requieren más de esta sustancia para reducir los niveles de glucosa en la sangre, y sus cuerpos prefieren los carbohidratos como fuente de energía a las grasas. La capacidad deteriorada de este grupo para responder a la insulina para promover el uso de combustible puede ser dañina, ya que indica un mayor riesgo de diabetes tipo 2 y/o enfermedad cardíaca. La causa de este cambio en la preferencia metabólica entre madrugadores y noctámbulos aún se desconoce y necesita más investigación.

El autor principal, el profesor Steven Malin, de la Universidad de Rutgers, Nueva Jersey, EE. UU., explicó al respecto que "las diferencias en el metabolismo de las grasas entre los ´madrugadores´ y los ´noctámbulos´ muestran que el ritmo circadiano de nuestro cuerpo (ciclo de vigilia/sueño) podría afectar la forma en que nuestros cuerpos usan la insulina. Una capacidad sensible o deteriorada para responder a la hormona insulina tiene implicaciones importantes para la salud".

Esta observación hace avanzar en la comprensión de cómo los ritmos circadianos de nuestro organismo afectan nuestra salud. Debido a que el cronotipo parece afectar nuestro metabolismo y la acción de las hormonas, los autores sugieren que este podría usarse como un factor para predecir el riesgo de enfermedad de un individuo.

Asimismo, pudieron comprobar que los madrugadores son más activos físicamente y tienen niveles de condición física más altos que los noctámbulos, que son más sedentarios durante el día.

Finalmente, los autores de este trabajo consideran que se necesita más investigación para examinar el vínculo entre el cronotipo, el ejercicio y la adaptación metabólica para identificar si hacer ejercicio más temprano en el día tiene mayores beneficios para la salud.

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