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Mapean neuronas sensoriales en busca de tratamiento para el dolor crónico

Abordar el desarrollo de terapias para el dolor de una manera más específica y descubrir cómo ocurre, realmente, el dolor crónico en las personas es un desafío al que se intentan enfrentar los científicos.

21/03/2022

Una investigación realizada en la Universidad de Texas (EEUU) sobre cómo las células nerviosas humanas se diferencian de las células animales proporciona nuevas pistas en la búsqueda de tratamientos más efectivos para el dolor crónico. El Dr. Ted Price, profesor de Neurociencia y director fundador del Centro de Estudios del Dolor ...

Una investigación realizada en la Universidad de Texas (EEUU) sobre cómo las células nerviosas humanas se diferencian de las células animales proporciona nuevas pistas en la búsqueda de tratamientos más efectivos para el dolor crónico.

El Dr. Ted Price, profesor de Neurociencia y director fundador del Centro de Estudios del Dolor Profesor Ashbel Smith, lidera un equipo que analiza los orígenes de cómo los nociceptores (células nerviosas sensibles al dolor) generan el dolor. en neuronas de los ganglios de la raíz dorsal (GRD) humanos.

Los hallazgos proporcionan a los neurocientíficos una comprensión mucho mejor de los genes que se expresan en las neuronas del GRD, células nerviosas agrupadas cerca de la base de la columna vertebral. Hasta ahora se había trabajado muy poco con estas células procedentes de seres humanos debido a su escasa disponibilidad para la investigación.

Diferencias en nociceptores

Investigaciones anteriores de Stephanie Shiers, científica de investigación en neurociencia y primera autora conjunta del artículo, habían demostrado, en términos generales, diferencias significativas entre los nociceptores de los ratones y de los humanos. "Este trabajo es el siguiente paso, ya que demuestra claramente la profunda magnitud de esas diferencias", afirma el Dr. Price. Y es que, como añade, "Un conjunto de nociceptores que mucha gente estudia en ratones no se encuentra en los humanos. Hay subtipos en los humanos que no existen ni siquiera en los primates no humanos. Ahora podemos abordar el desarrollo de terapias para el dolor de una manera más específica y pensar en cómo se produce el dolor crónico en las personas de una manera diferente", añadió el experto.

Para perfilar toda la actividad de los genes en una muestra de tejido DRG, el equipo de investigación utilizó una técnica avanzada llamada transcriptómica espacial, que tiene capacidades mejoradas en comparación con la secuenciación de ARN unicelular.

"No es habitual tener acceso tanto al tejido humano que utilizamos como a la tecnología", indicó la Dra. Diana Tavares-Ferreira, también coautora y coautora del estudio y becaria del CAPS. "La transcriptómica espacial nos permite superar el gran tamaño de estas neuronas y ver con cierto grado de certeza dónde y cómo se expresa un gen en los nociceptores humanos".

"El objetivo principal fue caracterizar por completo el transcriptoma de las neuronas humanas del GRD, ya que gran parte del trabajo realizado para encontrar nuevas dianas terapéuticas para el dolor se ha llevado a cabo en ratones. Nuestros resultados ayudan a aclarar por qué esos esfuerzos luchan por producir resultados", explicó la Dra. Tavares.

Al describir los tipos de neuronas presentes en el DRG humano y detallar su expresión génica, el equipo tiene una imagen mucho mejor de cuáles son las funciones fisiológicas de cada gen. "Con ese conocimiento, no sólo se pueden utilizar nuestros datos para buscar objetivos farmacológicos que antes no se podían buscar, sino que, en algunos casos, tampoco necesitamos ahora utilizar los ratones en absoluto. Podemos utilizar la información de los humanos", concluyó el Dr. Price.

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