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Descifran el papel de los lípidos en la aparición de la enfermedad de Alzheimer

A medida que los astrocitos, presentes en grandes cantidades en el cerebro, envejecen se vuelven menos eficientes a la hora de desintoxicar las neuronas y comienzan a acumular lípidos en lugar de destruirlos.

08/03/2022

Los astrocitos, que toman su nombre de su forma de estrella, y presentes en grandes cantidades en el cerebro, aseguran la supervivencia de las neuronas nutriéndolas y detoxificándolas con la ayuda de una proteína multifuncional, la APOE. Sin embargo, una de las tres formas de esta proteína, ´APOE4´ , es ...

Los astrocitos, que toman su nombre de su forma de estrella, y presentes en grandes cantidades en el cerebro, aseguran la supervivencia de las neuronas nutriéndolas y detoxificándolas con la ayuda de una proteína multifuncional, la APOE. Sin embargo, una de las tres formas de esta proteína, ´APOE4´ , es capaz de incrementar considerablemente el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, aunque, de momento, se desconoce el procedimiento.

El gen que codifica APOE tiene tres variantes frecuentes en humanos: ´APOE2´, presente en el 8% de la población, ´APOE3´ , la más frecuente, y finalmente ´APOE4´, que se encuentra en casi el 15% de las personas y que es la que puede incrementar por 10 el riesgo de desarrollar dicha patología.

Ahora, un consorcio europeo coordinado por la Universidad de Ginebra (UNIGE), Suiza, está trabajando en descifrar cómo una mutación de la proteína APOE modifica el transporte de lípidos y podría contribuir a la aparición del Alzheimer. Los hallazgos de estos investigadores, publicados en la revista ´Cell Reports´ constatan que lejos de dejar de funcionar, la ´APOE4´ lo que haría es, realmente, ser ´demasiado eficaz´. Al desencadenar la secreción de lípidos de los astrocitos, provoca la acumulación de lípidos nocivos para las neuronas que contribuirían al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.

El equipo de investigación ha identificado nuevos mecanismos moleculares que explican cómo la APOE se une a las membranas de los astrocitos para detectar y extraer los lípidos que necesita. Además, los experimentos in vitro realizados en líneas celulares humanas portadoras de las diferentes variantes de APOE han demostrado que esta proteína es extremadamente eficaz en el transporte de lípidos potencialmente dañinos producidos en las neuronas. "´APOE4´ demostró ser incluso más eficaz que otras formas de la proteína", según Katharina Beckenbauer, coautora principal de este estudio. "Contrariamente a lo que pensábamos hasta ahora, es muy activa en vez de dejar de funcionar".

A medida que los astrocitos envejecen, se vuelven menos eficientes y comienzan a acumular lípidos en lugar de destruirlos. "Modelamos experimentalmente este proceso y observamos las moléculas secretadas por los astrocitos", indicó Karina Lindner, coautora de este trabajo. "Hemos observado que el envejecimiento celular desvía la APOE de su función principal, el transporte de lípidos a las neuronas y la recuperación de los desechos de lípidos, hacia la secreción de triglicéridos, un tipo particular de lípido que puede volverse dañino si no se destruye".

Al parecer, este fenómeno se exacerba con ´APOE4´: estimula la secreción de triglicéridos, provocando su acumulación descontrolada. Esta acumulación podría contribuir en gran medida a la muerte neuronal, característica de la enfermedad de Alzheimer. En definitiva, tendría la capacidad de acelerar el proceso patológico de la enfermedad.

Estos resultados arrojan nueva luz sobre los mecanismos neurodegenerativos de una enfermedad que afecta a casi 50 millones de personas en todo el mundo. Pero para comprender mejor los detalles de la acción de APOE y especialmente de su variante E4, los científicos de UNIGE pretenden determinar cómo se regula la secreción de estos lípidos potencialmente dañinos y si esta secreción se puede detectar en personas que padecen la enfermedad de Alzheimer. .

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