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Nuevas pistas sobre cómo la exposición a metales afecta al crecimiento fetal

Una gran parte de la población está expuesta, simultáneamente, a una mezcla compleja de múltiples metales que pueden interactuar entre sí con el consiguiente impacto en la salud, sobre todo, en el caso de embarazadas y de sus futuros bebés.

11/02/2022

Cada vez se difunden más estudios sobre cómo los metales tóxicos, provenientes de fuentes como alimentos y agua potable contaminados y aire y polvo contaminados, prevalecen en el medio ambiente. Muchos de esos metales pueden atravesar la placenta o alterar la función placentaria, lo que afecta sustancialmente al crecimiento fetal. "Estamos ...

Cada vez se difunden más estudios sobre cómo los metales tóxicos, provenientes de fuentes como alimentos y agua potable contaminados y aire y polvo contaminados, prevalecen en el medio ambiente. Muchos de esos metales pueden atravesar la placenta o alterar la función placentaria, lo que afecta sustancialmente al crecimiento fetal.

"Estamos expuestos a una mezcla compleja de múltiples metales simultáneamente que pueden interactuar entre sí", según la autora principal de un nuevo estudio de la Escuela de Medicina de Dartmouth (EE.UU), Caitlin Howe, profesora asistente de epidemiología en dicha escuela, cuya investigación se enfoca en la exposición a metales tóxicos y sus impactos en la salud materna e infantil.

El objetivo de este trabajo, publicado en la revista ´Environment International´ fue analizar cómo afecta la exposición a diferentes metales a diversas poblaciones con diferentes tipos de riesgos, para tener un mayor conocimiento de la relación dosis-respuesta completa de la exposición a algunos metales.

Para lograr su objetivo, los investigadores realizaron un análisis de mezcla ambiental de los impactos de los metales en el crecimiento fetal, reuniendo datos de tres grupos geográfica y demográficamente diversos de EE.UU.

Usando un enfoque estadístico novedoso, los autores del trabajo examinaron asociaciones entre siete metales (antimonio, cadmio, cobalto, mercurio, molibdeno, níquel y estaño) medidos en 1.002 muestras de orina materna que se recolectaron durante el embarazo. También investigaron las posibles diferencias entre los grupos y el sexo de los bebés.

"Nuestro hallazgo más importante fue que el antimonio, un metal poco estudiado, se asoció con un menor peso del bebé al nacer, independientemente del sexo, en los tres grupos estudiados, lo que sugiere que puede afectar negativamente al crecimiento fetal", según Howe.

Los autores de este estudio consideran que las concentraciones más altas de antimonio observadas en los grupos participantes de Los Ángeles y Puerto Rico pueden deberse a sus ubicaciones urbanas, ya que se sabe que la contaminación del aire relacionada con el tráfico es una fuente importante de exposición al antimonio, al igual que la fundición y plantas de carbón e incineradores de residuos.

"Esperamos poder hacer un estudio más amplio en el futuro que incluya más cohortes, de modo que podamos analizar y comprender mejor las posibles diferencias en cuanto a estos contaminantes en rela a la geografía u otras características de la población", concluyó Howe.

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