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La UE apuesta por cuatro tecnologías del CSIC para explorar su potencial comercial

El Consejo Europeo de Investigación concede las ayudas Proof of Concept para explorar el potencial comercial y social de proyectos de investigación.

07/02/2022

Cuatro tecnologías del CSIC han sido seleccionadas por el Consejo Europeo de Investigación (ERC, por sus siglas en inglés), para explorar su potencial comercial. Entre estas tecnologías, dos de ellas, el uso de la celulosa como sustituto de los microplásticos como agentes opacificantes, y un nuevo sistema de bajo coste ...

Cuatro tecnologías del CSIC han sido seleccionadas por el Consejo Europeo de Investigación (ERC, por sus siglas en inglés), para explorar su potencial comercial. Entre estas tecnologías, dos de ellas, el uso de la celulosa como sustituto de los microplásticos como agentes opacificantes, y un nuevo sistema de bajo coste para determinar el nivel de glucosa en sangre, se desarrollan en centros del CSIC en Cataluña. Las otras dos tecnologías trabajan en fórmulas para crear microestructuras que se pueden aplicar en implantes dentales y en un escáner que permitirá monitorizar el cáncer en tiempo real. Cada ayuda está dotada con 150.000 € para el desarrollo del proyecto en los siguientes 12 meses. Estas ayudas buscan trasladar la investigación básica al mercado y a la sociedad. Se conceden a investigadores que han recibido previamente una de las subvenciones principales del ERC (Starting, Consolidator, Advanced o Synergy).

"Es maravilloso ver que la investigación de vanguardia tiene la capacidad de generar descubrimientos que se pueden poner en práctica rápidamente", destaca María Leptina, presidenta del ERC.

Fairglucose, un nuevo método de detección de glucosa

El Instituto de Microelectrónica de Barcelona (IMB-CNM) del CSIC trabaja en el desarrollo de un sistema de detección de glucosa autoalimentado, sostenible y de bajo coste, que permita realizar una medición de la glucosa en sangre mediante un sistema que no necesite del uso ni de microcontroladores ni de baterías. "Esta estrategia innovadora transfiere el proceso de oxidación de la glucosa, que proviene de la sangre de un pinchazo en el dedo, a una lectura de voltaje mediante un circuito minimalista y sin batería, que se ajusta al tamaño de una tira de glucosa comercial", señala Neus Sabaté, investigadora ICREA en el IMB-CNM, que dirige el proyecto.

Este nuevo sistema permite reducir el coste de los dispositivos y la acumulación de residuos eléctricos y electrónicos. "El primer mercado de Fairglucose serían los países con ingresos bajos y medianos, donde el costo de los glucómetros actuales limita el autocontrol de la glucosa en sangre entre la población", añade.

Cello, una alternativa a los microplásticos

Los microplásticos son partículas de plástico increíblemente pequeñas que degradan el medio ambiente y que son difíciles de reciclar. A pesar de ello, su uso como agente blanqueador está muy extendido entre los productos de cuidado personal para hacerlos blancos y opacos. Desde el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB-CSIC), el investigador Agustín Mihi dirige un proyecto para desarrollar una alternativa sostenible al uso de microplásticos mediante agentes opacificantes, es decir, sustancias que impidan la penetración de la luz, compuestos de celulosa y polímeros a base de algas. Más allá de esta aplicación, "nos gustaría demostrar el potencial fotónico que presentan los derivados de la celulosa a través del desarrollo de películas delgadas basadas en papel inteligente", añade Mihi.

Proyectos Open-Imaging e Inpatt

También han obtenido esta ayuda europea el proyecto Open-Imaging del Instituto de Instrumentación para Imagen Molecular (I3M, CSIC-UPV) y el proyecto Inpatt del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (IACT-CSIC).

José María Benlloch (I3M, CSIC-UPV) investiga dentro del proyecto Open-Imaging el desarrollo de un escáner PET (tomografía por emisión de positrones), que se podrá acoplar al cuerpo del paciente, para monitorizar de forma precisa y en tiempo real los resultados de una terapia de protones (protonterapia) contra el cáncer. "Este proyecto permitirá determinar el lugar dentro del paciente donde se acumula la actividad del radiofármaco que identifica el tumor sin necesidad de técnicas de reconstrucción de imagen", explica Benlloch.

Por su parte, el investigador Juan Manuel García-Ruiz (IACT-CSIC) trabaja en el desarrollo de nuevas fórmulas para el modelado químico de materiales inorgánicos, como carbonatos o fosfatos. La aplicación de la nueva disolución inorgánica, controlada mediante la luz, resolvería los problemas actuales a la hora de generar microestructuras derivados del trabajo en el agua o a altas temperaturas. "Esta nueva fórmula podría aplicarse para implantes de dientes, lo que nos permitiría rellenar los huecos de los dientes con el mismo material del que están hechos; o podría aplicarse en la restauración de obras de arte, ya que permitiría rellenar con precisión huecos en un fresco o una pared de caliza", añade.

"No olvidemos que no hay investigación aplicada sin que la investigación básica actúe primero, y que innovaciones muy valiosas surgen de todas las disciplinas, desde las ciencias físicas y de la vida hasta las ciencias sociales y las humanidades", concluye Leptina.

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