La fatiga que ciertas actividades hacen sentir a una persona mayor puede predecir la probabilidad de que muera en menos de tres años, según una investigación publicada en el `Journal of Gerontology: Medical Sciences´ por epidemiólogos de la Universidad de Pittsburgh (EEUU). Se trata del primer estudio que contempla la fatiga física percibida como un indicador de mortalidad más temprana, según aseguró la autora principal Nancy W. Glynn, profesora asociada en el Departamento de Epidemiología de la Escuela de Graduados de Educación Pública de Pitt. Salud.

Durante la última década, la fatiga percibida se ha convertido en un marcador clave del envejecimiento fenotípico, 3 pero ningún estudio ha evaluado si esta medida centrada en el paciente predice la mortalidad por todas las causas.

El grado de fatiga se evaluó a partir de una variedad de actividades, utilizándose la nueva escala de Pittsburgh, aplicándose a 2.906 participantes de 60 años o más. Los participantes calificaron de 0 a 5 el cansancio que sentían tras ciertas actividades, como una caminata de 30 minutos, tareas domésticas livianas o jardinería, entre otros.

Después de tener en cuenta una variedad de factores que influyen en la mortalidad, como la depresión, la enfermedad terminal preexistente o subyacente, la edad y el sexo, el equipo descubrió que los participantes que obtuvieron 25 puntos o más en la Escala de Fatigabilidad de Pittsburgh tenían 2,3 veces más probabilidades de morir. en los 2,7 años posteriores a completar la escala, en comparación con sus homólogos que puntuaron por debajo de 25.

"Aunque la Escala de Fatigabilidad de Pittsburgh ha sido ampliamente adoptada en la investigación como una forma confiable y sensible de medir la fatiga, que ha sido traducida a 11 idiomas, está subutilizada en entornos hospitalarios y ensayos clínicos", señaló Glynn.

El objetivo final es desarrollar una intervención de actividad física dirigida a la reducción de la fatiga como un medio para detener la espiral descendente de deterioro de la función física común con el proceso de envejecimiento. "Al reducir la fatigabilidad, uno puede cambiar cómo se sienten, lo que podría motivarlos a hacer más", añadió la investigadora.

Las direcciones futuras pasan por evaluar también el poder discriminatorio de la Escala de Fatigabilidad de Pittsburgh con un seguimiento más prolongado y extender los hallazgos a pacientes hospitalizados, así como a cohortes con mayor diversidad racial.