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Investigan sobre las secuelas a largo plazo en niños hospitalizados por COVID-19

Una cuarta parte de los niños experimentó síntomas persistentes meses después de la hospitalización por infección aguda por coronavirus

Investigadores de un Consorcio internacional de infecciones emergentes y respiratorias agudas graves (ISARIC) han llevado a cabo un estudio con el objetivo de evaluar los resultados a largo plazo en niños previamente hospitalizados con COVID-19 y factores de riesgo asociados. Se trata del estudio de cohorte pediátrico prospectivo más grande con ...

Investigadores de un Consorcio internacional de infecciones emergentes y respiratorias agudas graves (ISARIC) han llevado a cabo un estudio con el objetivo de evaluar los resultados a largo plazo en niños previamente hospitalizados con COVID-19 y factores de riesgo asociados.

Se trata del estudio de cohorte pediátrico prospectivo más grande con el seguimiento más prolongado, que evalúa la prevalencia de síntomas y la duración de la COVID prolongado en niños y adolescentes con infección por SARS-CoV-2 confirmada por laboratorio después del alta hospitalaria.

Los investigadores entrevistaron telefónicamente a padres de 518 niños con edades entre 0 a 18 años que habían sido ingresados por COVID-19 en el hospital clínico municipal de Z.A. Bashlyaeva Children´s en Moscú entre abril y agosto de 2020.

De los resultados, publicados en ´European Respiratory Journal" se desprende que una cuarta parte de los niños experimentó síntomas persistentes meses después de la hospitalización por infección aguda de COVID-19, y casi uno de cada diez mostró afectación de distintos órganos. La edad avanzada y las enfermedades alérgicas se asociaron con un mayor riesgo de síntomas persistentes durante el seguimiento. Los síntomas mayormente declarados fueron fatiga 10,6% (53/498), problemas para conciliar el sueño, 7,2% (36/501) y cambios en su gusto y/o olor 6,2% (29/467).

Aunque muchos experimentaron este tipo de síntomas, entre ellos, fatiga, alteraciones del gusto y del olfato, problemas respiratorios y del sueño, pérdida del cabello y dolores de cabeza en el momento del alta hospitalaria, se observó una disminución constante en la prevalencia de los síntomas a largo plazo.

"Los datos recopilados sugieren el riesgo de secuelas a largo plazo en niños y adolescentes, y la necesidad de ampliar los estudios sobre la COVID-19 prolongada en diversas poblaciones, incluyendo niños, y etiología para determinar cuáles están en riesgo y poder prestar un apoyo rápido", señaló la Dra. Louise Sigfrid, investigadora clínica de la Universidad de Oxford y de ISARIC.

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