Científicos del Instituto Tecnológico de California (ITC) han descubierto el importante papel que la microbiota intestinal desempeña en el comportamiento y en el estrés. Según los nuevos datos las desviaciones sociales observadas en ratones sin microbiota son consecuencia de los elevados niveles de la hormona del estrés corticosterona, producida principalmente ...
Científicos del Instituto Tecnológico de California (ITC) han descubierto el importante papel que la microbiota intestinal desempeña en el comportamiento y en el estrés. Según los nuevos datos las desviaciones sociales observadas en ratones sin microbiota son consecuencia de los elevados niveles de la hormona del estrés corticosterona, producida principalmente por el eje hipotálamo-pituitario-adrenal (HPA). Intervenciones farmacológicas, tales como el antagonismo en el receptor de los glucocorticoides, sobre los cuales actúa esta hormona, o la inhibición de su síntesis, corrigen las deficiencias sociales, según afirma Wei-Li Wu, investigador en la División de Biología e Ingeniería Biológica del ITC y director del estudio.
Estas deficiencias pudieron también ser corregidas mediante la inactivación de neuronas localizadas en la región del hipotálamo donde se sintetiza la CRH, una hormona liberadora de corticotropina, esencial para la síntesis de glucocorticoides y otros mediadores químicos del estrés. Inversamente, la activación de estas neuronas en ratones portadores de un microbioma normal resultó en deficiencias sociales. Los investigadores hallaron que Enterococcus faecalis promueve la actividad social y reduce los niveles de corticosterona tras un episodio de estrés social. Los hallazgos indicarían que grupos muy específicos de bacterias intestinales exhiben la capacidad de restringir la activación del eje HPA.