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Las enfermedades inmunomediadas aumentan las posibilidades de desarrollar un cáncer

Por el contrario, el uso de fármacos inmunosupresores modificadores de la enfermedad en cuestión ayuda a prevenir el avance del cáncer.

17/05/2021

La relación entre enfermedades inmunomediadas y la aparición de un cáncer ha sido discutidas en el transcurso del II Curso Multidisciplinar en Reumatología, Dermatología y Enfermedad Inflamatoria Intestinal los pasados, organizado por la Sociedad Española de Reumatología en colaboración con Pfizer el pasado 14 y 15 de mayo. El objetivo ...

La relación entre enfermedades inmunomediadas y la aparición de un cáncer ha sido discutidas en el transcurso del II Curso Multidisciplinar en Reumatología, Dermatología y Enfermedad Inflamatoria Intestinal los pasados, organizado por la Sociedad Española de Reumatología en colaboración con Pfizer el pasado 14 y 15 de mayo. El objetivo de la jornada ha sido establecer un punto de encuentro entre expertos para mejorar en el conocimiento de cada patología con la intervención de profesionales de cada área. "Con ello se busca reducir la variabilidad clínica en el manejo de estas enfermedades, fomentar el trabajo `hombro con hombro´ que evite situaciones innecesarias en nuestros pacientes y estimular la colaboración entre los diferentes especialistas implicados en el día a día de estos pacientes", según ha puesto de manifiesto el Dr. Jesús Sanz, reumatólogo del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda y uno de los coordinadores de esta iniciativa formativa, junto con la Dra. Delia Reina.

Durante el transcurso del evento, diversos especialistas han asegurado que la incidencia de cáncer está ligeramente aumentada en pacientes con enfermedades inmunomediadas (EIMs), con una mayor frecuencia en las miopatías inflamatorias. Aunque este incremento de las tasas de cáncer en general es muy similar entre unas y otras enfermedades, existen grandes diferencias entre los distintos tipos de cáncer, así los pacientes con síndrome de Sjögren tienen una mayor incidencia de linfoma, el cáncer de intestino delgado afecta en mayor medida en pacientes con enfermedad de Crohn y el cáncer de piel no melanoma en aquellos que sufren psoriasis, según explica la Dra. Lucía Silva, del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Son Espases de Palma de Mallorca. La especialista ha indicado que "en la relación entre enfermedades inmunomediadas y el cáncer juega un papel fundamental la inflamación crónica. En estas patologías la inflamación se autoperpetúa favoreciendo la proliferación celular, la mutagénesis, la activación de oncogenes y la angiogénesis, lo que se convierte en el caldo de cultivo perfecto para el desarrollo de cáncer en tejidos crónicamente inflamados".

Medidas de prevención

Además del control de factores de riesgo genéricos como el tabaco, la doctora Silva destaca la importancia de "tratar convenientemente la EIM para frenar esa inflamación crónica que va a favorecer el desarrollo de cáncer. En este sentido se ha visto que, por lo general, el uso de fármacos inmunosupresores modificadores de la enfermedad ayuda a prevenir el desarrollo de cáncer y solo en muy pocos casos se ha relacionado el uso del inmunosupresor con un aumento en las tasas de cáncer". En estos casos, la comunicación entre el médico que trate la enfermedad inmunomediada y el oncólogo es fundamental de cara a planificar el tratamiento futuro de la misma una vez el paciente ha sido diagnosticado de un cáncer.

"Aunque el objetivo en el tratamiento de la enfermedad inmunomediada seguirá siendo suprimir la inflamación debemos ser muy cuidadosos a la hora de elegir la terapia inmunosupresora dependiendo del tipo de tumor que tenga el paciente. Esta elección se complica todavía más si el paciente presenta varias EIMs tratadas por diferentes especialistas, por eso el abordaje multidisciplinar es tan importante", sostiene la Dra. Silva.

El deterioro del estado de ánimo

Por su parte, Sandra Ros, psicóloga adjunta del Servicio de Dermatología, Reumatología y Trasplante Cardíaco del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, señala que "las enfermedades reumáticas autoinmunes inciden de forma negativa en la calidad de vida de los pacientes, ya que provocan limitaciones y cambios en sus actividades diarias, generando en muchos pacientes sentimientos de tristeza, frustración o ansiedad que pueden dar lugar a sintomatología ansiosa-depresiva e incluso a trastornos del estado de ánimo". También son frecuentes los trastornos adaptativos que surgen como respuesta al impacto del diagnóstico de la enfermedad o bien por un rebrote de la misma.

A su juicio, "es importantísimo que los reumatólogos puedan estar sensibilizados con la afectación emocional que las enfermedades reumatológicas infringen en sus pacientes para poder reconocer los síntomas de ansiedad y depresión de forma precoz y, si fuera necesario, poder derivar al especialista en salud mental, al igual que hacen con las otras comorbilidades". Afrontar una enfermedad es un proceso que requiere tiempo, por ello, la Dra. Ros recomienda a los pacientes que "conozcan la enfermedad, sus síntomas y tratamientos evitando así el miedo a lo desconocido y que contacten con las asociaciones de pacientes para poder compartir sus sentimientos y pedir ayuda si la necesitan".

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